Un dúo con tres discos y presente en el Sónar

Un taller de creación sonora llena de música y luz el bosque de Boán

La actividad forma parte de un proyecto promovido por Hijos de Rivera y Galería Vilaseco, impartido por el dúo Cabo San Roque ► Las llamas pusieron en peligro una vivienda próxima, aunque finalmente no sufrió daños
Tres de las alumnas, durante la celebración del taller este domingo
photo_camera Tres de las alumnas, durante la celebración del taller este domingo

Peines, motores, latas, botellas de sidra vacías, muelles y hasta una máquina de escribir fueron algunos de los elementos comunes que sirvieron para desarrollar el taller de creación sonora llevado a cabo en Chantada el pasado fin de semana y que finalizó este domingo con una demostración al aire libre. Esta actividad estaba enmarcada en el apartado 'Riverside', enmarcado en el proyecto doce miradas de la empresa Hijos de Rivera en colaboración con Galería Vilaseco.

Es la cuarta vez que esta iniciativa se celebra en Chantada. Las instalaciones que la compañía sidrera Custom Drinks tiene en el polígono industrial de esta localidad y un pequeño bosque en el lugar de Boán fueron los dos escenarios en los que tuvieron lugar las sesiones, a las que asistieron un total de doce alumnos. En el primer espacio se dieron algunas nociones teóricas el primer día, como un aperitivo a la parte práctica del ejercicio.

Laia Torrents y Roger Aixut creen que cada uno de sus alumnos en Chantada ha aportado algo distinto por ser un grupo heterogéneo

Los encagados de impartir la materia fueron Laia Torrents y Roger Aixut, miembros del dúo musical Cabo San Roque. Tras visitar la comarca y planificar la realización de las clases, tuvieron que modificar alguno de sus planes gracias a las aportaciones de sus alumnos. Torrents afirma que el contacto con los asistentes al taller fue muy positivo. "Vino gente muy variada y cada una de las personas aportó cosas nuevas. El resultado final es una obra conjunta", explicó la artista.

La actuación celebrada este domingo por la tarde sirvió para hacer un contraste entre la naturaleza y la luz artificial creada por el ser humano. El cambio de hora y una llegada más pronta de la oscuridad nocturna ayudaron a que el bosque de Boán luciese de una forma distinta gracias a los colores que salían de los instrumentos fabricados por los alumnos.

"Les explicamos el funcionamiento de cualquier tipo de instrumento para luego animarnos a crearlos y a añadirles microfonía. El resultado final es una obra conjunta", señala Laia Torrents. La actuación que cerró el taller se filmó y con ella Hijos de Rivera elaborará un vídeo.

Se trata de la cuarta iniciativa de este tipo que la compañía lleva a cabo en Chantada, donde el año pasado ya tuvo lugar una actividad para crear mobiliario específico para una cata de sidra con la firma chantadesa Maeloc como inspiración. Entonces, el profesor fue el diseñador industrial barcelonés Curro Claret.

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