Un río de rumores que desembocó en la operación Campeón

Desde hacía meses la ciudad era un hervidero de rumores sobre la situación económica de Nupel, el buque insignia del imperio montado por Jorge Dorribo. Retrasos en los pagos a trabajadores, deudas a proveedores, impagos a farmacias, venta de su equipo de rallyes... Pero lo que nadie aventuraba es que todo fuera a reventar en la operación Campeón llevada a cabo ayer.

Embarcado en la construcción de una nueva planta en Andorra, donde al parecer iba a trasladar parte de la producción, incluso parecía que Dorribo iba a remontar de nuevo el vuelo. Al parecer, había conseguido renegociar las deudas con los bancos e incluso se había al puesto al día con el pago a sus trabajadores.

Dorribo figuraba como consejero, como administrador o como socio de una veintena de empresas. Algunas tenían relación con su gran pasión, los coches, aunque las principales estaban relacionadas con el negocio farmacéutico, entre ellas los propios Laboratorios Nupel y la firma Tramipharma. A través de esta última había creado otras marcas, como Ecovalenergy Renewable, que tenía como curiosa actividad la realización de mediciones de viento para energía eólica en Camerún.

Otra de las empresas en las que figura como administrador es la que le relaciona directamente con C.M.A., uno de los propietarios de otra de las firmas que fueron registradas ayer, Proitec. Ambos son socios en Innovent Investor SL, que fue creada en mayo del año pasado con un capital inicial de 100.000 euros y cuya actividad declarada es la adquisición, explotación o enajenación de toda clase de terrenos, fincas e inmuebles, así como su construcción, promoción y reparación.

C.M.A. está relacionado a su vez con más de una decena de firmas, aunque si duda la base de sus operaciones empresariales está en Proitec, una firma que creó junto a J.R.D. y que comenzó realizando pequeños proyectos de ingeniería y ha evolucionado como una consultoría técnica integral, que ofrece servicios tanto de arquitectura como de decoración, asesoramiento de empresas, asesoría jurídica e incluso seguros. Además, ha creado divisiones en otros lugares de Galicia como Ferrol.

En los veinticinco años que han pasado de su creación, Proitec se ha hecho cargo de destacados proyectos de edificios y naves industriales en la provincia, hasta convertirse en la firma de consultoría técnica de referencia.

La tercera de las empresas que ayer recibió la visita de los inspectores de Vigilancia Aduanera es Coveluma. Se trata de una firma que tiene su domicilio social en una nave en Ramil, aunque su exposición de vehículos está en Outeiro de Rei.

El negocio de Coveluma está centrado en la compra-venta de maquinaria de ocasión, de mobiliario de oficina y de vehículos industriales. Su fuerte es la maquinaria usada, aunque también la ofrece nueva e incluso en alquiler.

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