Un rayo dañó la iglesia de A Ponte de Arante y dejó sin luz a la vecindad

Vecinos en la iglesia. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Vecinos en la iglesia. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Uno de los rayos que descargó la tormenta del pasado Jueves Santo sobre el barrio ribadense de A Ponte de Arante dañó la entrada de la capilla de A Nosa Señora das Virtudes, ocasionando un boquete de poco más de un metro en la pared principal, así como la rotura de la cerradura. Además, los relámpagos privaron a la vecindad de suministro eléctrico durante un día y estuvieron a punto de alcanzar a un vecino.

«Non cheguei ver caer o raio, pero sentín o corrientazo polo brazo antes de que caera», comentaba ayer Manuel López, que se encontraba esa tarde «o pé da igrexa», aunque no resultó herido. «Iso si, os que estabamos cerca quedamos case xordos polo estoupido que deu o chispazo; é que semellaba o dunha bomba», afirma.

Este vecino que vivió sus 69 años de edad en A Ponte no recordaba «unha tormenta cunha forza igual á do pasado xoves» y asegura que, de hecho, «durante ese día, as pouco máis de tres casas da zona, quedaron sen luz e teléfono, aínda que na capela non se puido arranxar a avaría ata o domingo». En su propia casa, mismamente, «os relámpagos estropearon a caldeira da calefacción, a vitrocerámica e a conexión de internet», desperfectos que fueron subsanados «polos técnicos durante os días festivos», por lo que sólo quedan por reparar daños menores.

Otra de las vecinas de más de edad de A Ponte, Ana Balsa, de 81 años, señala que, cuando la tormenta amainó durante la tarde del pasado jueves, se acercó a la iglesia y pudo comprobar los destrozos causados. «Había un boquete polo que cabía un cesto dos grandes e a fechadura estaba rota en pedazos», señaló, al tiempo que también corroboró que «nunca na zona caera unha tormenta con tanta forza».

Sobre si hay algún pararrayos en el lugar que pueda evitar este tipo de sucesos, López consideró que «hai un transformador o pé da igrexa, pero vese que non serviu de nada», como tampoco sirvió el «baixar os automáticos da capela que sempre quedan apagados».

A pesar del hueco abierto por el rayo en la pared de entrada del santuario, los feligreses no sufrieron el pasado domingo las inclemencias del frío, porque «tapouse o oco con plásticos», como recuerda Manuel López, que apunta a que «agora, tras unhas reparacións realizadas, quedou o boquete nun simple furado que só se ve dende dentro». Por ello, los vecinos creen que «non haberá perigo de roubos», ni de allanamiento del inmueble. En cualquier caso, la vecindad asegura estar dispuesta a colaborar «nos arranxos e de feito un albanel virá reparar os danos que quedan».

DESPERFECTOS
Los relámpagos del jueves estropearon la megafonía del santuario

El santuario de A Nosa Señora das Virtudes, objeto de peregrinación en plena ruta del Camiño de Santiago, dispone de un aparato de megafonía para que el párroco pueda hacerse oír por los numerosos feligreses que suelen congregarse en esta capilla, procedentes de otros barrios cercanos. Como consecuencia de la tormenta, este aparataje quedó dañado desde entonces, por lo que la eucaristía que se celebró el Domingo de Resurrección, tras el suceso, careció de este servicio y dificultó que el sermón pudiera ser atendido por parte de algunos de los cien feligreses que acudieron.

Reparaciones

Aunque para vecinos de A Ponte como Ana Balsa, «a carencia da megafonía é o peor dos danos ocasionados pola tormenta», parece que habrá que esperar para verlo reparado, ya que como señala otro vecino, Manuel López, «calculábase que custaría polo menos 4.000 euros a súa reparación». Sin embargo, el boquete que produjo uno de los rayos está prácticamente arreglado ya y lo está del todo la cerradura de la entrada principal, como señaló la vecindad, que ya tuvo que sufrir este mes un corte en el suministro eléctrico como consecuencia de las obras de reconstrucción del puente.

Comentarios