Un vecino de Conforto de 60 años de edad, Antonio Morado Rodríguez, falleció en la calle de la aldea de Pacios poco después de las ocho y media de la mañana de ayer, cuando trataba de llamar a la puerta de una de sus vecinas, que no se encontraba en el domicilio, para que le auxiliara, puesto que estaba sufriendo un ataque al corazón.
Fue otra lugareña la que vio su cadáver minutos más tarde, vestido con tan sólo ropa interior, en las escaleras que subían a la casa de la vecina antes citada. Por orden del juez, se le practicó una autopsia en Lugo que al parecer concluyó que el fallecimiento pudo deberse a los problemas cardíacos que el fallecido padecía desde hacía tiempo.
El confortense estaba jubilado tras trabajar en el sector de la madera. Estaba soltero y vivía solo, ya que su familia residía en el País Vasco. Su cadáver pudo velarse ayer en la parroquia, donde será enterrado hoy, a las cinco y media.
