CON AUDACIA se puede intentar todo, pero solo con audacia no se puede conseguir todo. Si los dos máximos responsables de las extintas cajas gallegas hubieran cumplido y hecho cumplir la sabia arenga napoleónica hoy no estaríamos donde estamos. Y, lo más importante, el dinero de más de 40.000 familias gallegas seguiría en su sitio. Porque a veces hay que poner nombres propios a los fraudes, como lo calificó Carlos Varela, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, y apuntar al origen: las preferentes se comercializaron masivamente en este país por la sencilla razón de que dos financieros, José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso, quisieron poner guapos a los novios, Caixa Galicia y Caixanova, ante una boda que acabó sin luna de miel. La clave residía en quién llegaría más en forma al tálamo el día de la fusión. La vida misma.
Las preferentes, al contabilizar como capital para unas entidades, las cajas, que no tenían recursos propios al uso, como los bancos, se convirtieron en la herramienta perfecta para engordar sus balances. Y todo ello, ante los ojos distraídos de unos plácidos supervisor, el Banco de España, y regulador, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que se convirtieron en cómplices de tamaño corralito. Ahora, la autoridad bursátil abre expedientes, entre ellos a NCG. Mala conciencia de nueva presidenta, Elvira Rodríguez. Sus antecesores en el cargo todavía siguen de perfil.
Dicho esto, nada o casi nada queda que pueda solucionar un ministro, Luis de Guindos, mucho más preocupado por salir bien en la foto del The Wall Street Journal y en pisar con garbo la moqueta de las cumbres europeas que en bajar a la arena de los problema reales. Y, ahora, a fuerza de indignación, de manifestaciones, de escraches, de ira, comienzan a entrar en razón. Aunque no lo quieran reconocer en público, el de las preferentes es ya el problema número uno para el ministerio del ex de Lehman Brothers, entidad pionera en esto de las preferentes.
Si la sangre no ha llegado al río todavía, como gráficamente anunciaron en el Parlamento algunos de los estafados, esta semana que llega abrirá un nuevo capítulo de un caos por entregas: se conocerán las nuevas quitas que establece el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), es decir, otra vez el Banco de España, para realizar el canje de las acciones, en este caso de Novagalicia Banco. Quitas sobre quitas para dar algo de liquidez y recomprar unas acciones, las de NCG, que son espuma.
Es cierto que la preocupación es mayúscula en la Xunta. Prueba de ello es el anuncio de Feijóo esta misma semana: 20.000 familias recuperarán lo invertido en breve, tras haberlo hecho ya otras 18.000 por la vía de la mediación. Esas resoluciones arbitrales se limitaban, en principo, para los casos más escandalosos (contratos sin consentimieno, sin firma, con engaño manifiesto) y ahora lo hacen para las preferentes por importes inferiores a los 10.000 euros. Todo muy calculado. Y es que tras la abultada fuga de depósitos de NCG durante el año pasado y lo que va de este, el roto puede ser irreparable para la entidad si se aborda la devolución de cantidades superiores.
Sin ir más lejos, en la demanda colectiva del fiscal Varela que ahora tendrá que resolver un Tribunal Supremo que sí parece mucho más proclive a considerar todo esto como una gigantesca burbuja fraudulenta, se solicitaba una fianza de 1.2000 millones de euros para la entidad gallega, lo que comprometería de forma rotunda su propia viabilidad.
Y es ahora el propio Tribunal Supremo quien toma la palabra, al considerar en algunas sentencias que «era responsabilidad de los bancos evaluar el perfil de los clientes y vender productos adecuados a los mismos». «Una deficiente información puede suponer una negligencia determinante de la indemnización de los perjuicios ocasionados», sostiene el alto tribunal en una reciente sentencia, que se viene sumar a un goteo de decisiones judiciales que dan la razón a los ahorradores. Luz tenue. Pero luz al fin y al cabo.
Para ilustrar el tamaño lío que es esto de las preferentes, un último apunte: estos productos han sido determinantes en la reciente redefinición del mapa financiero gallego. Cuando se produce la venta del Banco Gallego (también tiene preferentes) al Sabadell, el Banco de España y el FROB consideraron clave que la entidad compradora fuera española, frente a las ofertas de Bandesco-Etcheverría (Venezuela) y Espítu Santo (Portugal). ¿Qué hubiera sido de un canje de preferentes del Gallego en la Bolsa de Lisboa? ¿Y en Venezuela, con una entidad, Banesco, que ni siquiera cotiza?
Y de vuelta a Galicia, solo nos queda esperar la acción de la Justicia. Calará como la lluvia fina.
CUATRo millones de euros para salir al paso y cubrir algo el expediente. Motivos hay. Lo cierto es que Feijóo anuncia una inyección modesta para ese crédito exprés de 55 millones que necesita Pescanova para seguir respirando. Lo hace justo una semana después de que la Consellería de Economía negase su participación como avalista del crédito, lo que lleva a la pignoración de marca y sede. Muy medido ha sido Feijóo a la hora de plantear rescate alguno a la multinacional, como calculadas han sido las declaraciones oficiales de apoyo al grupo en estos meses.
Y es que los propios administradores concursales de Pescanova no tienen todavía clara la estructura real del grupo, con su pléyade de filiales extranjeras, repartidas por medio mundo y operando bajo legislaciones muy dispares. Piden tiempo. Y tienen razón. Por no haber, no existen en estos momentos una cuenta de resultados y un balance real de la compañía. Es todo un Expediente X, del que ha trascendido poco más que una deuda que duplica la declarada y muchas cosas raras. Para hacernos una idea, con el último ebitda (beneficios antes de amortizaciones e intereses) declarado por la compañía, 184 millones en 2011, tardaría casi veinte años en devolver esos 3.300 millones largos de pasivo. Ante las incógnitas está bien ser cauto, como hace la Xunta, pero también es el momento de pedir explicaciones, ya que es accionista de Frinova, una de sus filiales, en la que hasta hace poco tenía un consejero de fuste.
TIPOS CON INTERÉS
AGUSTÍN HERNÁNDEZ ♦ Un conselleiro ante la siniestra estrategia de Renfe
Tiene que ser la Xunta la que informe de la inminente supresión de líneas de Renfe. Ni la operadora pública, ni el Ministerio de Fomento, su titular. Es el conselleiro de Medio Ambiente quien aporta datos a tan siniestra estrategia por parte de Renfe. Agustín Hernández, en sede parlamentaria, anunció que el recorte superará el 23% de los servicios en Galicia. Sin competencias en la materia, con una envenenada oferta por parte de Renfe para que desde Galicia se asuman los servicios deficitarios, haría muy bien el conselleiro en plantarse ante Madrid. Y no solo pedir explicaciones. También algunas cabezas.
ROSALÍA MERA ♦ La empresaria que ejerce y defiende la libertad de la mujer
Es propietaria del 6,9% de Inditex y, a veces, parece que pasa de puntillas por la vida. Rosalía Merca Goyenechea (A Coruña, 1944) suma una fortuna que ha hecho que Forbes la sitúe como la primera empresaria del mundo hecha a sí misma (aquello de self made woman), atribuyéndole un patrimonio de 4.700 millones de euros. La inversora gallega no oculta que sus apuestas empresariales son diferentes (biotecnología, cultivos alternativos, aplicaciones neonatales…), pero también tiene tiempo para defender a la mujer. Que se lo digan al ministro Gallardón, que ha tenido que escuchar su frontal oposición a la nueva regulación del aborto.
