Un precioso jardín que da acceso a la capilla de San Andrés fue el punto de partida de la visita al pazo del Conde de Fontao, en Fazouro, organizada por la asociación cultural focense A Pomba do Arco. El propio conde, José Manuel Romero Moreno, fue el encargado de explicar al cerca de medio centenar de participantes en la actividad la historia de la casa y de la llegada de la familia Moscoso a tierras focenses.
"La familia Moscoso es originaria de la provincia de A Coruña, pero el rey Felipe II decidió que constituiría un mayorazgo en esta zona con una segunda rama de la familia Moscoso a raíz de la petición de Fray Antonio de Guevara de que las parroquias de esta zona que estaban bajo la tutela del arzobispo de Santiago pasarán a pertenecer a Mondoñedo y desde entonces, principios del siglo XVIII, la propiedad fue pasando de padres a hijos", explicó el conde, que no dudó en mostrar su cariño a esta zona, que visita muy a menudo.
La primera parada del recorrido, que duró más de una hora en un ambiente distendido y cercano, fue en la ermita: "Esta capilla es lo más rico y completo que se conserva del siglo XVII", explicó el conde. En sus orígenes, el templo se dedicó a santa Catalina mártir, pero ese retablo principal fue relegado a un lateral del edificio cuando la capilla se amplió y se dedicó a San Andrés. "El retablo principal se trajo del astillero para construir buques balleneros que la familia Moscoso tenía en la desembocadura del río Ouro", indicó y recordó que hoy mismo se celebrará en la capilla la misa y la procesión de San Andrés, una tradición en estas fechas.
Periodicidad:
La intención del conde es abrir la vivienda en más ocasiones, quizá un par de veces al año y alguna en verano
Curiosidad:
La ermita alberga una imagen de la Virgen lactante, una representación muy poco habitual
Variedad:
Los jardines albergan camelias de distintas especies y hortensias paniculatas, entre otras especies
En esta capilla también puede verse una imagen curiosa: una Virgen lactante, una representación poco habitual porque apenas hay reproducciones de este tipo, "pero esta fue encargada por mi abuelo copiando una imagen antigua". También en la capilla están enterrados algunos señores de Fontao.
ENTRADA. Desde la ermita se accede a través del jardín a lo que era la entrada original del pazo, que a principios del siglo XX albergó las cuadras de la casa. En estos momentos, la zona está restaurada y limpia, por lo que pueden verse los escalones de granito, poco habituales en la zona, que daban acceso a la vivienda. Además, a la derecha se localiza lo que era una antigua mazmorra, ya que los señores del pazo eran en otro tiempo los que también administraban justicia en su territorio. En este espacio puede admirarse también una curiosa bóveda de pizarra.
El paseo continúa hacia otro pequeño jardín en el que puede verse el cabozo donde los señores guardaban el fruto de los pagos que recibían, así como un lavadero que se surte de una fuente. Y es que las fuentes son una constante en el exterior del pazo, en el que el rumor del agua está siempre presente. "El pazo se instaló aquí en el siglo XVI porque era una zona con abundancia de agua y además está en cuesta, por lo que se evita la humedad", subrayó el conde.
INTERIORES. Otra de las estancias que se mostró durante la visita fue el cuarto de los retratos, que recoge cuadros con los señores de Fontao desde 1549 hasta principios del siglo XIX. "En realidad no son reales, puesto que se hicieron por encargo del primer conde de Fontao al pintor coruñés Balaca para su colección de la casa de Santa Marta de Babio", aseguró el conde, que añadió que cada retrato muestra en sus trazos el carácter de cada uno de los protagonistas, entre los que también figuran parientes de la familia como los Quiroga, los Navia o los Losada.
Uno de los lugares más acogedores por los que transcurrió la visita fue el horno de pan. El diseño de la estancia se hizo imitando la fisonomía de los palomares, para que cada familia pudiera colocar sus panes en los huecos de la pared. Y precisamente también hay uno en el pazo, que ahora está acondicionado como refugio para los pequeños de la casa.
EXTERIOR. Sin duda uno de los atractivos de la casa es el jardín. Con el paso del tiempo no solo se conservó el que ya existía, sino que la antigua huerta se convirtió en otro estupendo espacio, dentro de las murallas del pazo, en el que pasear rodeado, sobre todo por camelias, incluidas las de la variedad china, o hortensias paniculatas, entre otras especies.
También en este espacio se encuentra un edificio de nueva construcción con grandes cristaleras que funciona a modo de salón para disfrutar en familia.
El actual conde de Fontao se mostró encantado de poder enseñar una parte de la vivienda a los visitantes y ya adelantó que su intención es abrir las instalaciones cada cierto tiempo, tal vez un par de veces al año, quizá alguna en verano para poder disfrutar más de los jardines, que son un gran atractivo.