Un parque con once años de retraso

Una de las entradas principales al recinto empresarial recientemente delimitado (Foto: Parga)
photo_camera Una de las entradas principales al recinto empresarial recientemente delimitado (Foto: Parga)

Once años se tardó en sacar adelante el proyecto de ampliación del área industrial de Chantada. La falta de recursos económicos fue el principal obstáculo, que se logró superar gracias a los fondos del canon hidroeléctrico. En breve los terrenos estarán listos para ser vendidos a las empresas.

eL segundo polígono industrial de Chantada está prácticamente terminado. La sociedad urbanística provincial, Suplusa, ultima los trabajos de remate de la delimitación del recinto y la instalación de los principales servicios. A falta de pequeños remates para su inauguración, la entrada y los accesos están ultimados. Esta obra ya da una imagen bien distinta de la nueva área industrial, creada al lado de la que gestiona la firma Sigalsa.

Los planes para la ampliación del polígono tienen historia, pues comenzaron a plantearse hace once años. Tanto políticos como empresarios apostaron entonces por un incremento del área industrial toda vez que los terrenos que en su día urbanizó la empresa Sigalsa en Chantada estaban adquiridos.

Los distintos cambios de gobierno en las administraciones ralentizaron los planes, si bien en 2006 se llegó a alcanzar un acuerdo con la Diputación Provincial para que ejecutara la nueva fase.

El acuerdo entre el Ayuntamiento y la Diputación Provincial para disponer de la nueva área industrial en Chantada se plasmó bajo la presidencia de Francisco Cacharro, pero entonces también nació sin los fondos necesarios para ejecutarlo. Fue entonces gracias a la deuda del canon hidroeléctrico cuando se desbloqueó el proyecto, con lo que se pudieron adquirir los terrenos, no sin antes solventar los distintos inconvenientes para que el recinto contase con los permisos de todas las administraciones.

La extensión del polígono se efectúa sobre 118.000 metros cuadrados, una superficie que urbaniza desde mediados de febrero Suplusa con una inversión de 2.830.000 euros.

Gestiones

Con el entorno ya presentable, el Ayuntamiento cree que es el momento de comenzar a realizar gestiones con empresas que podrían emplazarse en el recinto, ya sea nuevas en la zona o algunas que operan en el casco urbano o inmediaciones. Muchas de ellas pretenden hacer algún almacén complementario o nuevas sedes más avanzadas para ofrecer tanto nuevos como mejores servicios.

El alcalde, el independiente Manuel Varela, indicó que el polígono creado por la Diputación estarán en servicio en cuestión de días. «No obstante, ya se están haciendo contactos para ofrecer el parque, lo que no descarta una campaña de promoción de mayor entidad. Conseguir empresas para el parque es el mayor reto de este equipo de gobierno», dijo el alcalde. Manuel Varela comentó que «si hasta el momento era complicado conseguir la llegada de empresas, ahora será más difícil, pero no quedará vacío por no intentarlo».

Hijos de Rivera

El caso es que la falta de suelo empresarial dio al traste en más de una ocasión a proyectos empresariales que podrían haber sido un revulsivo importante para la comarca chantadina. Hubo algunos relacionados con el sector lácteo y otros con la producción de bebidas.

Entre los más sonados está el de la empresa coruñesa de bebidas Hijos de Rivera, productora de la cerveza Estrella Galicia y de la sidra Manzanova, que se elabora en una planta del polígono. Es la famosa Sidrería Galega, factoría que fundó un chantadino para el aprovechamiento de la producción de manzana de la zona y que en la actualidad se denomina Customdrinks.

Hijos de Rivera llevaba varios años a la espera de que se ampliase el polígono para construir una planta de innovación y desarrollo de nuevos productos de todas las variedades de la firma. Sería el centro en el que se experimentasen todos los proyectos de la empresa. Tras varias gestiones ante el Ayuntamiento y otros organismos, Hijos de Rivera descartó materializar el proyecto en Chantada y buscó otros emplazamientos para su centro, que se denominaría Innodrinks.

Con la intención de mantener los lazos entre la factoría de Sidrería Galega y la nueva planta, se sondearon otras ubicaciones. La que más fuerza tomó fue la de Monterroso, emplazamiento que se llegó a confirmar, aunque a los pocos meses, y ante la situación de crisis, se descartó por completo.

El traslado del proyecto de Hijos de Rivera de Chantada a Monterroso generó una considerable polémica en Chantada hasta el punto que se formó una plataforma entre empresarios y colectivos sociales. Llegó a celebrar una manifestación por las calles chantadinas en protesta por la lentitud en adquirirse los terrenos necesarios para una ampliación del polígono. Uno de los principales problemas era la declaración de impacto ambiental, que estaba pendiente de ser ratificada por parte de la Xunta.

La protesta en la calle se realizó a finales de 2008 y no fue hasta el año 2009 cuando el expediente sobre los permisos para crear el polígono industrial chantadino salió adelante.

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