El octogenario rabadense Antonio González Cruz ha iniciado los trámites para abrir en la villa una residencia de mayores con centro de día. Habilitará esas instalaciones en el edificio que albergó en su día el hotel San Vicente, que regentó hasta su jubilación y que sufrirá un profunda remodelación para adaptarse a su nuevo uso. Prevé iniciar las obras tras el verano.
Según explica este vecino, en el antiguo hotel, situado en la avenida de A Coruña, habrá que "darlle unha volta a todo e cambiar dende as portas das habitacións ata os ascensores" para hacer accesibles las instalaciones, de su propiedad. También pretende acondicionar una finca con árboles anexa al edificio, para que los usuarios "teñan un sitio para pasear ou descansar á sombra". Destaca que el solar dispone, además, de una zona para aparcamiento.
Aunque está pendiente aún de algún estudio, este octogenario estima que, sumados los gastos de la reforma y los de equipamiento, la inversión total para hacer realidad este proyecto superará el medio millón de euros.
Antonio González y su mujer, Ofelia Vázquez, regentaron ese hotel desde 1985 -cuando regresaron de Ferrol, tras trabajar él allí 20 años como comercial en el sector lácteo- hasta el 2002, año en que cerraron por su jubilación. "Funcionou moi ben, porque beneficiouse do comezo da actividade de Finsa e despois da de Pascual, e tamén paraban moitos axentes comerciais", recuerda.
Ahora, tras 13 años en desuso, el inmueble no solo será reformado por dentro para cumplir las exigencias de la Xunta por su nueva función asistencial, sino que también será objeto de un lavado de cara por fuera. "Tamén temos pensado cambiar a cuberta e amañar a fachada", explica este veterano emprendedor.
Sobre los plazos para abrir la residencia, que tendrá alrededor de medio centenar de plazas, Antonio González explica que ya inició los trámites ante el Concello para comenzar la reforma tras la época estival, y que uno de los requisitos que pondrá a la empresa que asuma esos trabajos es que los haga con rapidez. "Penso que en ano e medio, a comezos de 2017, estará todo listo para abrir", calcula.
PRECIOS ASEQUIBLES. Antonio González dice que su intención es que administre el geriátrico una empresa especializada en la gestión de esos centros, a la que le exigirá precios asequibles y condiciones especiales para los rabadenses.
"A miña idea é que haxa rebaixas para os veciños que leven varios anos residindo en Rábade e que haxa tamén algún desconto para xente de Outeiro de Rei e de Begonte", explica este octogenario.
APOYO DEL CONCELLO. El gobierno local valora especialmente esta iniciativa, al suponer la creación de una dotación muy demandada. El alcalde, Francisco Fernández Montes, avanza que, por la importancia social de ese proyecto, propondrá en el pleno municipal que se tramite como "investimento de especial interese para o concello", lo que le permitiría al promotor tener bonificaciones en algunas tasas.
Además, según Fernández Montes, el gobierno local se dispone a tratar esta actuación como "iniciativa local de emprego, dado que na vila non existe ningunha outra entidade que preste tal servizo". Eso abriría la puerta también a acceder a alguna subvención reservada a proyectos con esa catalogación.
En su día, consciente de esa necesidad asistencial en Rábade, el Concello arrancó de la Xunta bipartita el compromiso de construcción de un centro de día en la villa. El gobierno local llegó incluso a tener un preacuerdo con un particular para adquirir unos terrenos para ese fin, pero, según Montes, el cambio de color político en la Administración gallega y la crisis frustraron ese proyecto.
