Un nido de cigüeñas ha provocado diversos daños en la iglesia de Torneiros, en Pol. La estructura construida por las aves se precipitó al suelo, perjudicando el tejado y rompiendo uno de los adornos pétreos de la espadaña del templo.
El párroco Miguel Asorey explicó que un feligrés le avisó el viernes de lo ocurrido y destaca que por suerte no hay que lamentar daños personales, aunque denuncia la dejadez de las autoridades, puesto que nadie hizo nada pese a que él ya advirtió hace meses del peligro que suponía la presencia del nido en el campanario y solicitó su retirada.
El párroco se pregunta quién va a asumir el coste de la reparación de la iglesia
"Era un perigo, porque podía haber caído con xente alí. O venres non había ninguén, pero hoxe —por este sábado— tivemos misa", dice Asorey, que aclara que no tiene nada en contra de las cigüeñas, aunque considera que se deberían tomar medidas para evitar que hagan sus nidos en las iglesias, ya que además del peligro que suponen para los vecinos afectan a la conservación del patrimonio.
"Avisei a Medio Ambiente de que caera e aínda non tiven noticias", dice el párroco, que ya se ha encargado de limpiar los destrozos. Ahora, se pregunta quién va a asumir el coste de la reparación de la iglesia, recordando que no es la primera vez que se enfrenta a este tipo de problema.
De hecho, se trata de una situación recurrente en la iglesia parroquial de Santa María de Meira, donde tuvo que solicitar reiteradamente el permiso para poder retirar un nido. "Pedino tres veces, as dúas primeiras denegáronmo e á terceira concedéronmo, pero esixíronme ter un proxecto dun arquitecto para poder retiralo", explica.
Una vez eliminado, colocó un sistema para evitar que volviesen a anidar y lo logró, pero solo en parte. "Agora fixeron outro ao lado, un pouco máis baixo, e vou ter que pedir permiso outra vez para quitalo", apunta, reclamando que se tomen medidas para que estas situaciones no se repitan, "porque o que pasou en Torneiros poderíase ter evitado", concluye.
