Un negocio con historia

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La venta de patrimonio como vía para financiar obras y servicios tiene en Lugo una historia muy dilatada y ese fue el fin que tuvieron inmuebles de la capital cuya imagen aún está grabada en la memoria de muchos lucenses. Uno de los ejemplos más relevantes de los últimos años fue la enajenación del antiguo cuartel de bomberos, en la Ronda da Muralla, que se vendió a una constructora que después levantó en el lugar un edificio de viviendas, en cuyo bajo se encuentra hoy también la sede de Defensa en Lugo.

Aquella fue una operación económicamente exitosa para el Ayuntamiento, que por la misma vía ha financiado durante los últimos años muchas de las nuevas dotaciones construidas.

Sin embargo, tras el intento de enajenación de bienes públicos no siempre hay historias exitosas. Una prueba es lo que volvió a suceder hace solo unos días con la segunda subasta organizada por la Xunta para vender los locales que ocupaba la antigua cámara agraria de la ciudad. Por segunda vez, la subasta quedó desierta y los locales de la calle Montero Ríos siguen sin comprador, pese a estar en una de las vías más activas del centro de la ciudad.

Es el sino de los tiempos, que han cambiado mucho con la crisis. Y es que hace muy pocos años, con el valor del suelo y de los inmuebles por los aires, los organismos públicos cerraban operaciones redondas con la venta de suelo. Hoy ya no es tan fácil.

El fenómeno en Lugo fue tan amplio que dio lugar a no pocas polémicas políticas y hasta a algún serio tirón de orejas, como el que en 2006 daba al Concello de Lugo el Consello de Contas, que censuraba al Ayuntamiento la venta «sin límite» de suelo público y cuestionaba que se vendieran bolsas importantes de suelo, en lugar de abordar operaciones como las de promoción de viviendas públicas.

Parte de ese suelo público, no obstante, sí se utilizó para financiar algunas operaciones de carácter social. Ejemplos de ello son la construcción de la primera casa das linguas de la ciudad, en Estrada da Granxa. También parte de la financiación de la guardería de A Piringalla tuvo su origen en el aprovechamiento económico de solares de propiedad municipal. Igual ocurrió con algunos de los planes de erradicación del chabolismo.

Aquellas fueron operaciones llevadas a cabo durante la primera década de este siglo, cuando el Concello solía lograr un alto rendimiento de las operaciones de venta de solares municipales.

Es lo que ocurrió, por ejemplo, también en 2006, cuando en pleno proceso de boom de la construcción el Concello logró ingresar hasta cuatro millones de euros, una cantidad por encima de lo previsto, con la venta de solares.

La operaciones urbanísticas de las administraciones, no obstante, no han sido siempre exitosas. Para la memoria queda el mal negocio que hizo en los años 90 del siglo pasado la Seguridad Social con la compra de un solar en la Ronda do Carmen. Esa Administración no pudo construir allí su sede, porque los terrenos no tenían la calificación urbanística precisa. Varios lustros después, el solar de la Ronda do Carme sigue muerto de risa.

Una operación histórica Cuartel de bomberos

El antiguo cuartel de bomberos, en la Ronda da Muralla, desapareció para dar paso a un edificio de viviendas. Ese cambio en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad fue consecuencia de una de las grandes operaciones de venta de patrimonio municipal.

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