Toda una sorpresa se llevó un pescador de Espasante cuando ayer por la mañana se le quedó enganchado en la red un tiburón peregrino que, pese a ser un juvenil -como luego confirmaron desde el Cemma (Centro para o Estudo dos Mamíferos Mariños) de Ferrol- medía 4,24 metros. El animal, que estaba muerto, permanece en el puerto de Espasante hasta hoy, cuando lo recogerá la empresa Gesuga para incinerarlo.
El pescador, que con su pequeña embarcación emplea el trasmallo para pescar jibia en la ría de Ortigueira, se encontró con el tiburón cuando estaba recogiendo las redes y avisó a un compañero para que le ayudara a retirarlo, debido a sus dimensiones. «Non nos imaxinabamos atoparnos con semellante bicho», dice el marinero, que cuando faenó en pesca de altura vio especies similares, «pero coma este non». Nada más llegar a puerto llamó al Cemma para que se encargaran de él y también al 112, que recibió el aviso de que había recogido el animal muerto, cuyo peso estimaba en 300 kilos.
El coordinador de mamíferos marinos del Cemma, Juan Ignacio Díaz da Silva, confirmó que se trata de un tiburón peregrino, «o que en galego se chama momos ou peixorro» y que en su etapa adulta puede llegar a medir 12 metros. No es infrecuente la visita de estos animales en aguas gallegas: «En Galicia o normal é que aparezan exemplares subadultos, de entre tres e catro ou cinco metros, cuxa presenza adoitamos asociar a afloramentos de auga fría e gran cantidade de placton, que é do que se alimentan. Normalmente estas visitas, como neste caso, coinciden co periodo invernal e principios da primavera», explica.
El de este tiburón es el primer registro del Cemma este año en cuanto a esta especi y el coordinador apunta que en 2011 aparecieron unos ocho ejemplares en la zona del Golfo Ártabro, entre las rías de Ferrol, Ares y Betanzos. También llegó uno a A Mariña el año anterior, recuerda. Díaz da Silva destaca la «moi boa» colaboración de los pescadores cuando capturan accidentalmente algún mamífero marino.
