El río Celeiro baja completamente verde a la altura del barrio de As Insuas de Sarria, por lo que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) tomó ayer muestras en el cauce para determinar de qué se trata, resultados que prevé conocer en breve.
Según señalaron algunos vecinos, el río está cubierto por este manto de plantas desde finales de verano, aunque la CHMS afirmó que no tuvo conocimiento de este episodio hasta la mañana de ayer. Por ello, envió a personal técnico para que procediera a tomar muestras del agua y fotografías.
Uno de los residentes en la zona aseguró que esta situación ya se produjo en años anteriores, si bien cree que las plantas cubrían una superficie menor.
El río se encuentra completamente cubierto a la altura de las instalaciones del Centro de Atención a Persoas con Discapacidade (CAPD) y hasta las inmediaciones de la pasarela peatonal de San Martiño de Requeixo. Un vecino afirmó que esta capa flotante estaba en un primer momento junto al parque infantil y el agua la fue arrastrando poco a poco.
En el cauce, en las proximidades de los juegos para los niños, todavía había ayer un pequeño manto. Esta situación se reproduce en otra zona del río Celeiro, a la altura de la calle San Eufrasio. En este punto parece que también comienza a propagarse, aunque con una concentración mucho menor que en el barrio de As Insuas.
La capa está formada por unas hojas pequeñas, flotantes, creando un tapiz muy tupido. Se encuentra en un tramo de aguas más estancadas, en el que también hay en el cauce otras plantas.
OTROS CASOS. Mantos muy similares al que se puede ver en el Celeiro ya se detectaron en otros ríos de la provincia en años anteriores, como en el Miño y el Mera, por lo que podría tratarse de la misma planta, aunque no se sabrá con exactitud hasta tener los resultados de los análisis de la CHMS.
En aquellas ocasiones era una azolla filiculoides, un helecho invasor de origen tropical, con gran capacidad reproductiva y, según señala un informe de la Reserva de la Biosfera Terras de Miño, capaz de generar gran cantidad de residuos orgánicos e impedir el paso de la luz.
En el río Miño surgió también a finales de varios veranos. En aquellos casos la azolla desaparecía en los meses de otoño e invierno, tras cambiar su color de verde a rojo, pero solía volver a aparecer al año siguiente. En 2003 se hizo un intento de controlar la población de este helecho en el Miño, aunque continuó multiplicándose. La retirada de la azolla se realizó entonces manualmente para hacer una recogida selectiva y evitar eliminar otros elementos. Así, se llevó a cabo en batuxos y las masas de estas plantas se recogieron con pequeñas redes.
