"Apego emocional" a la casa

Un lucense denuncia la ocupación de una casa unifamiliar en Albeiros

El afectado teme que la situación se prolongue semanas al ser agosto un mes inhábil para los asuntos en vía civil
Rubén López-Cancelos, el martes ante el inmueble ocupado en la calle Garaballa de Arriba
photo_camera Rubén López-Cancelos, el martes ante el inmueble ocupado en la calle Garaballa de Arriba

El lucense Rubén López-Cancelos denuncia la ocupación de un inmueble unifamiliar de dos plantas del que es titular su madre en la calle Garaballa de Arriba, en Albeiros. Según explica, varios vecinos le alertaron a mediados de la semana pasada de que desconocidos estaban merodeando la finca, luego de que el marido de la propietaria hubiera estado acondicionando el entorno.

Ante estos avisos, el denunciante acudió al inmueble a última hora de la tarde del sábado, sin localizar a nadie, pero percatándose de que se hallaban "destrozados" los candados de protección que habían instalado tanto en la verja como en la entrada de la propia casa, cuya seguridad detalla que habían reforzado después de haber sufrido algún robo. "Tuvieron que ir con herramientas para forzar porque si no habrían podido entrar", aclara.

Cuando regresó al día siguiente sí se encontró con "al menos alguna de las personas" que se habían instalado en este domicilio, de etnia gitana y entre las que figuran, al menos, una mujer y dos menores. Según la versión del afectado, los propios okupas le aseguraron que la Policía Nacional les había dicho que podían quedarse allí, toda vez que ya habían sido identificados por los agentes. Fue en ese momento cuando el denunciante llamó a los agentes, quienes le sugirieron que el recurso que le quedaba era "ir por la vía judicial". Tras este diálogo, el vecino se trasladó, acompañando a su madre, a la Comisaría de Policía, donde presentaron denuncia.

OBJETOS RETIRADOS. La familia sigue buscando información y asesoramiento, pero cada visita que realiza al inmueble arroja un resultado "más triste" para ella, dado que "a las puertas y las ventanas abatibles reventadas y a que por la ventana ya se ve que está todo revuelto dentro", se sumó este martes a mediodía que los objetos que había en el interior ya habían sido retirados del domicilio y depositados en el entorno.

Resignado, López-Cancelos explica que "al tener que tramitar la denuncia por la vía civil y al estar en agosto, va a ser un mes perdido", por lo que sospecha que "los okupas pueden estar, por lo menos, todo agosto haciendo y deshaciendo a su antojo".

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