Un incendio calcinó las oficinas de la antigua cerámica de O Castelo

Un bombero monfortino echa agua para sofocar las llamas. (Foto: Toño Parga)
photo_camera Un bombero monfortino echa agua para sofocar las llamas. (Foto: Toño Parga)

Un virulento incendio calcinó en la tarde de ayer la práctica totalidad de una edificación dedicada a oficinas de la antigua cerámica O Castelo de Monforte, situada en la carretera provincial que une la ciudad con A Pobra do Brollón. En las labores de extinción del fuego participaron los bomberos del Ayuntamiento monfortino y dos dotaciones del parque comarcal de Chantada.

Los daños materiales fueron considerables en unas instalaciones sin uso desde el año 2004, cuando la empresa había finiquitado a todos su trabajadores por falta de actividad.

Fueron dos vecinos de Monforte los que avisaron a los servicios de emergencia del incendio. El primero, una persona que con su vehículo pasaba por el lugar cerca de las seis de la tarde y vio como salía humo del lugar. La segunda persona en dar la voz de alarma fue una mujer, vecina de la zona, tras ver una intensa humareda.

Los integrantes del cuerpo municipal de bomberos fueron los primeros en acudir y comenzar a sofocar las llamas en una edificación que, según pudo saber este diario, data de 1935. El fuego estaba muy extendido en el inmueble, de planta baja y de unos treinta metros de longitud, debido a que todo su techo era de madera.

Como la situación, aunque controlada en un primer momento, podía ir a más, fueron movilizados profesionales del recién abierto parque comarcal de bomberos de Chantada, que acudieron con dos dotaciones y otros tantos vehículos para apoyar las labores de extinción.

La causas del siniestro se desconocen, descartándose que pudiesen deberse a un cortocircuito en la instalación eléctrica, pues desde hace doce años no hay suministro.

Vecinos de la zona apuntaron que las llamas pudieron deberse a la presencia de vagabundos, pues, apuntaron, vieron en más de una ocasión merodear por la zona a personas desconocidas.

De hecho, los bomberos encontraron dentro de una habitación del inmueble que fue pasto de las llamas un colchón, ropa y otros enseres que, consideraron, podían ser de alguien que habitualmente usaba este lugar, deshabitado desde el 2004, como vivienda o refugio.

Una fábrica en la que no había ningún tipo de vigilancia

El cierre de la cerámica O Castelo y la falta de vigilancia en las instalaciones propiciaron que se sucediesen los robos de maquinaria y otros enseres en el lugar, como uno, el más importante, acaecido en 2005, cuando la Policía Nacional había detenido a dos personas, con domicilio en Pontevedra, cuando detectaron que en unos vehículos que conducían llevaban varias máquinas de la antigua factoría. En concreto, les habían encontrado unos mil kilogramos de piezas de maquinaria pesada, además de herramientas, material valorado en 12.000 euros.

Con mucha historia

En su tiempo, la cerámica O Castelo, junto a la chacinera situada en la parte alta de Rúa Escultor Francisco Moure, también cerrada desde hace más de veinte años, eran las empresas más pujantes del municipio, pues entre las dos daban trabajo a unos trescientos vecinos. La fábrica que ayer sufrió el incendio fue abierta en 1935 por Pedro Barrié de la Maza, pasando a manos de otro empresario, Ángel Arias, en 1980 para después sucederlo su hijo Enrique y en 2003 vendérsela a otro industrial, José Prada.

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