Un horno de alfarería volverá a cocer en Samos después de casi un siglo

De la construcción, recuperada en Roxofrei, saldrá el sábado la primera hornada de piezas elaboradas durante un taller en el monasterio
Horno recuperado en Roxofrei
photo_camera Horno recuperado en Roxofrei

El proyecto de recuperación de la cerámica tradicional de Samos dará un paso más el próximo sábado con el encendido de un horno de alfarería en Roxofrei, en la parroquia de Santa María de Loureiro, que llevaba inactivo "entre 80 e 100 anos", según explica el ceramista Manuel Fernández, conocido como Lolo de Anseán. Este artesano fue el encargado de impartir en 2014 un taller de alfarería tradicional a una decena de alumnos en el monasterio de Samos en el marco de un convenio entre la Diputación Provincial y el Concello.

Una selección de medio centenar de piezas elaboradas durante ese 'obradoiro' serán las que se sometan el sábado al proceso de cocción en el horno de Roxofrei, uno de los pocos que se conservan en Samos, el cual fue recuperado a lo largo de los últimos años por un grupo de aficionados a la alfarería, con la colaboración municipal y del dueño de la construcción. Se trata de un horno de piedra de propiedad particular, denominado Forno de Lulle, de unos dos metros de altura, que se encontraba tapado por la maleza, era desconocido incluso para algunos vecinos y conserva las características típicas: con una cámara de cocción y otra de combustión. 

El sábado, a partir de las nueve de la mañana, comenzarán los trabajos para obtener la primera hornada. La actividad, organizada por un grupo de amigos a favor de la recuperación de la alfarería popular de Samos, está abierta a la participación de todas las personas que quieran sumarse.

"Animamos a todo o mundo a acercarse ata Roxofrei para participar nesta iniciativa, coa que intentamos poñer en valor a olería de Samos para que non se perda. A idea é que a xente vexa como se coce", señala Lolo de Anseán.

Según indica, el proceso se prolongará hasta la tarde. Será necesario alcanzar una temperatura de unos 800 o 900 grados, para lo cual utilizarán leña "que dea chama". Una vez finalizada la cocción (de un mínimo de seis horas), habrá que esperar a que enfríe el horno para poder retirar las piezas, por lo que este trabajo se hará unos días después.

Con esta actividad se recuperará una tradición desaparecida en este municipio hace ya varias décadas. "Dende os anos 40 non se fai olería en Samos e na actualidade non queda ninguén que a traballe", recuerda el ceramista.

Manuel María Capón y Antonio Barreal, de Lamartín y Romelle, respectivamente, fueron los últimos alfareros de Samos, junto con Carlos Iglesias, testigo directo de esta labor artesanal y homenajeado en el año 2013 en el marco de una exposición sobre olería lucense organizada por el Centro de Artesanía de la Diputación.

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