Un gallego necesario, 25 años después

Candia (centro), ayer con los alcaldes de Baralla y Cospeito.
photo_camera Candia (centro), ayer con los alcaldes de Baralla y Cospeito.

Guitiriz fue ayer una fiesta al unir en una sola cita dos celebraciones diferentes, pero vinculadas entre sí. Se conmemoraron los 25 años de la unión vecinal frente al Casón y se homenajeó a Alfonso Blanco, uno de los artífices de aquella rebelión pacífica.

Alfonso recibía ayer en el transcurso de una comida en el restaurante La Casilla, rodeado de cerca de 300 personas entre vecinos, representantes políticos y amigos del mundo de la cultura, la distinción de Vecino Necesario, un título que los presentes convirtieron en «Gallego Necesario» porque, «Alfonso, el que las hace, las paga», como bromeaba Xosé Manuel Carballo Ferreiro, quien también lo nombró «Pastor de Honra».

«Pertenece a los hombres imprescindibles, a los que luchan toda la vida, tan válida como hay 25 años es hoy su coraje», decía Marica Campo sobre Alfonso, al tiempo que recuperaba lo ocurrido con el Casón para reclamar una legislación «que proteja las costas». 

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