Un incendio calcinó de madrugada un pajar de la parroquia de San Xiao de Mos y dos vehículos que se hallaban en su interior, un Opel Corsa y un Opel Astra, de cuatro y tres años de antigüedad, según manifestaron ayer los propietarios de los bienes incendiados, que aún consternados por lo sucedido, no ocultaron ciertas sospechas de que pudiera tratarse de una acción intencionada.
El incendio, cuyo origen todavía se desconoce, se declaró pasadas las cuatro y media de la madrugada del pasado martes, según comentó la propietaria afectada, que reside en una vivienda emplazada en la misma finca, pero que dista algo más de cincuenta metros del pajar incendiado, habilitado desde hace tiempo como garaje para los coches de la casa.
Esta vecina del municipio de Castro de Rei reconoció que los residentes de la vivienda poco o nada pudieron hacer para mitigar los cuantiosos daños registrados a consecuencia del incendio. Así, relató que cuando despertaron de madrugada -supuestamente como consecuencia del ruido derivado por la combustión de la madera de la techumbre del pajar-, «ya vimos todo en llamas y solo pudimos avisar a los servicios de emergencias».
«No tenemos idea alguna de las posibles causas que han provocado este incendio», reconoce esta vecina de San Xiao de Mos, mientras que otro familiar apunta directamente a un posible fuego intencionado, porque «no hay otra explicación», sostiene.
Los efectivos del parque comarcal de bomberos de la capital chairega acudieron al lugar del incendio nada más recibir la alerta de un fuego que también movilizó a distinto personal del Concello de Castro de Rei, así como al propio alcalde, el popular Francisco Javier Balado Teijeiro, quien, tras recibir aviso de la central de emergencias del 112 Galicia, también se personó en la propiedad incendiada para interesarse por los afectados.
Las llamas no pusieron en peligro en ningún momento la integridad de los propietarios del pajar incendiado ni la de ningún otro vecino de esta parroquia de Castro de Rei, dado que la construcción incendiada, cuya techumbre cedió ante la voracidad de las llamas y acabó encima de los dos turismos que cobijaba, no está pegada a ninguna vivienda.
| EXTINCIÓN Tres largas horas de trabajo y más de 10.000 litros de agua |
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Las tareas de extinción del fuego declarado de madrugada en un pajar del número 5 de la parroquia de San Xiao de Mos se prolongaron durante más de tres horas y requirieron el uso de más de 10.000 litros de agua, según indicó el responsable del parque comarcal de bomberos de Vilalba, Ignacio Martínez, quien destacó la laboriosidad de esta intervención, en la que participaron tres efectivos del parque vilalbés, que desplazaron hasta San Xiao de Mos dos vehículos. El derrumbe de la techumbre del pajar complicó aún más las labores de extinción, puesto que los bomberos tuvieron que apartar de forma progresiva las pizarras caídas para apagar los rescoldos y las brasas que escondían debajo. Peligro de expansión El equipo de bomberos desplazado hasta San Xiao de Mos para extinguir el fuego no concluyó su intervención hasta poco después de las nueve de la mañana, cuando ya dieron por finalizada su labor, tras comprobar que no había riesgo alguno de que se reactivaran las llamas. El enfriamiento de la zona centró la última fase del trabajo de los bomberos, que en un primer momento se dirigió a evitar la posible expansión del fuego. |
