Un festejo recuperado

La parroquia de Albán, en Sarria, recuperó este domingo, tras cincuenta años, sus fiestas patronales en honor a Santa María. La celebración, organizada por un joven de la zona, otorgó un papel primordial a los caballos, sin olvidarse de la correspondiente comida y una verbena.
Algunos de los participantes en la fiesta parroquial de Albán, con sus caballos
photo_camera Algunos de los participantes en la fiesta parroquial de Albán, con sus caballos

Durante muchos años los caballos fueron considerados como una pieza fundamental de caza para servir de alimento al hombre prehistórico. Con el paso del tiempo, éstos se dieron cuenta de que el caballo podría convertirse en un instrumento muy útil y no sólo en base a proporcionar alimento. Por ello, pasó a desempeñar un importante papel al tiempo que la humanidad iba desarrollándose. En la actualidad, la equitación es un deporte para todos en el que no hay una edad límite para poder montar y convertirse en un buen jinete. Con ganas de aprender y un buen monitor, las personas amantes de este deporte, pueden convertirse en grandes amazonas.

La pasión por los caballos propició que el joven Álvaro Montero decidiera retomar tras cincuenta años las fiestas patronales de Albán (Sarria), celebradas este domingo en honor a Santa María, en la cual los caballos ocuparon un papel fundamental. Montero pertenece desde hace dos años al grupo Yeguada los Cruzados, el cual está conformado por quince montadores de diferentes municipios. "Nos reunimos un día y pensamos que era buena idea retomar una vieja tradición como es la fiesta patronal y como nos encantan los caballos pensamos en hacer una ruta cabalar, para reivindicar la importancia de este deporte", explica. Cabe señalar que la parroquia de Albán está conformada por seis casas y tiene dieciséis vecinos, por ello hasta se llegó a considerar normal que no se celebraran los festejos.

Más de un centenar de personas acudió a Albán para participar en la fiesta, muchas a lomos de sus caballos

Aunque el día correspondiente con la onomástica de la patrona era el 15 de agosto, el joven decidió celebrar la fiesta el domingo para que no coincidiera con otros festejos y la gente ase animara a participar.

Con mucho trabajo y tesón, decidió ponerse manos a la obra y comenzar con los preparativos de las fiestas, para la cual contó con la colaboración de media docena de vecinos.

A esta celebración acudieron más de un centenar de personas llegados desde diferentes puntos de la localidad. El programa fue sencillo, pero muy original puesto que los actos comenzaron con una ruta cabalar por la zona, en la que participaron más de una veintena de jinetes y recorrieron 12 kilómetros, desde las once de la mañana hasta el mediodía. Posteriormente, se celebró una sesión vermú que fue amenizada por el dúo Punto y Aparte. Los asistentes degustaron una comida típica gallega, a base de entremeses, pulpo, empanada, churrasco, vino, pan y postre. Los participantes, por su parte, estaban muy contentos de que se retomara esta tradición. "Me parece una ida muy buena y original. Hay que apoyar las fiestas patronales de los pueblos y ayudar en todo lo que se pueda", comentaba un asistente a la fiesta. La jornada concluyó con una verbena.

"Nuestra idea es que esta fiesta se siga celebrando con el paso de los años, que esto sea el inicio de algo importante para el futuro de Albán. Estamos muy contentos de celebrar un día como el de hoy", explicó Álvaro Montero.

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