Un exterminador de Viveiro eliminó 732 nidos de velutinas el pasado año

Solo en Barreiros acabó con 80 enjambres y el último día de 2015 retiró otro que se instaló en la vivienda ribadense de los Calvo-Sotelo
Nido que se instaló en la finca de los Calvo-Sotelo en Ribadeo
photo_camera Nido que se instaló en la finca de los Calvo-Sotelo en Ribadeo

La plaga de la especie invasora de las avispas velutinas se extiende por la costa lucense. Los servicios públicos de la Xunta no dan abasto con el aluvión de avisos que reciben para retirar nidos en distintos lugares, por eso, la labor del apicultor vivariense José María Vázquez, que creó la empresa Servicios Privados Antivelutinas (Serpa), tiene cada vez mayor demanda. Además, es prácticamente la única en su ámbito en la zona. A lo largo de 2015, el exterminador eliminó en A Mariña unos 732 enjambres; el último de ellos lo retiró de la finca de la familia Calvo-Sotelo, en el céntrico barrio ribadense de Guimarán, la mañana del día 31.

"Primero informé o di el aviso al teléfono de la Xunta disponible para estos casos. De esto hace un mes y ya entonces me advirtieron sobre una posible demora en venir a eliminarlo", aclara uno de los hijos del expresidente del Gobierno, Juan Calvo-Sotelo, que, ante la reiterada demanda de los habitantes de las casas colindantes y para mayor tranquilidad del vecindario, optó finalmente por solicitar los servicios de Serpa."Acudo lo más rápido que puedo, da igual que sea festivo o no, sobre todo si el nido está cerca de casas o de lugares habitados o muy frecuentados", aclara Vázquez, que eliminó el de Guimarán la mañana del día 31. Al parecer, fue una vecina de los Calvo-Sotelo la que les advirtió de la existencia del enjambre, en la copa de un pino de su jardín. "Debió de haberse instalado ahí durante el verano, pero estaba tan bien oculto que nadie lo había visto", matiza Juan Calvo-Sotelo.

Una vecina que paseaba hace aproximadamente un mes por las inmediaciones de la vivienda, notó que le cayó sobre un pie una avispa muerta y procedía de las ramas del árbol del interior de la finca de los Calvo-Sotelo, a quienes avisó.

Aunque en el interior del nido ya no había actividad y por tanto, tampoco riesgo de picaduras, el exterminador vivariense advierte de que las altas temperaturas, impropias para estas fechas en la costa lucense -donde se llegaron a alcanzar 18 grados centígrados-, hacen posible que el 25% de los nidos con los que se encuentra actualmente aún estén activos: «Hay avispas vivas dentro y además siguen criando porque también hay larvas», constata.

Además, es cada vez más frecuente que se instalen en lugares tan céntricos, urbanizados y próximos al mar, como el detectado en Guimarán, principalmente porque no hay competidores de especies similares y las fuentes de sustento alimenticio también están muy próximas.

Los métodos ideados a lo largo de este tiempo por el vivariense, que ha creado un sistema capaz de eliminar este tipo de nidos a alturas de 50 metros o más, están interesando en comunidades como el País Vasco, desde donde le han propuesto franquiciar el sistema.

En breve, dará a conocer una patente idónea para proteger las colmenas y por tanto, la polinización que se ve seriamente afectada allá donde prolifera la plaga.

También colabora con un apicultor de Barreiros, puesto que éste ha sido uno de los municipios más asediados por las velutinas: «En 2015 calculo que exterminé unos 80 nidos en la localidad barreirense», apostilla Vázquez.

Para él, es súmamente importante que la Xunta acabe contratando métodos novedosos como el suyo y los de otros colegas del sector a fin de frenar la invasión.

José María Vázquez Servicios Privados Antivelutina El calor impropio de estas fechas hace que el 25% de los nidos que encuentro aún tenga actividad en su interior»

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