Un error burocrático deja sin gas a una familia de Burela tres semanas

La vecina de Burela Ana Fernández denuncia que lleva más de 20 días sin servicio de gas en su vivienda debido a que, sin previo aviso, Gas Natural Galicia le cortó el suministro el pasado 6 de julio. La afectada asegura que este corte se produjo a raíz de una negligencia de la propia distribuidora, por lo que ya ha reclamado el restablecimiento del servicio, pero la compañía le exige hacer unas reformas en su caldera por valor de unos 500 euros para terminar los trámites de la nueva alta.

El error que finalmente derivó en el corte del suministro de gas se remonta al mes de noviembre del pasado año, cuando Gas Natural Galicia realizó el cambio de propano a gas natural en los municipios de Burela y Foz, luego de adquirir las instalaciones de Repsol Gas.

Cuando se produjo esta transformación y se procedió al volcado de datos entre empresas, Gas Galicia mezcló los de la burelense con los de un vecino de Burgos y puso el suministro a nombre de este último, aunque las facturas se las cobraban a la mariñana. "Puxeron o meu contador ao seu nome, pero ao mirar todo pola banca electrónica nunca me fixara nos recibos e en que estaban a outro nome", lamenta la burelesa.

Pasados los meses, el burgalés, supuestamente al ver que le llegaban recibos que no le correspondían, solicitó el cese del suministro y este se produjo hace 21 días, dejando a la familia mariña sin servicio. Desde aquel momento, Ana Fernández empezó a moverse para intentar que le restableciesen el servicio, pero de momento sin respuesta favorable por parte de Gas Natural Galicia, lo que le ha obligado a iniciar un tortuoso proceso de reclamaciones que incluye viajes a Lugo y Ribadeo.

DOS MENORES. Al tener dos menores a su cargo, de 3 y 14 años, y presumiblemente al ser conscientes que el error había sido de la compañía, sí le agilizaron la nueva alta desde la comercializadora, dependiente de Gas Natural Fenosa, pero se encontró posteriormente con que la distribuidora, Gas Natural Galicia, no la completaba tras la visita de un técnico a la vivienda.

Este dictaminó que era necesario instalar un tipo de tubo más ancho y hacer variaciones en la caldera. Tras consultar el precio de esta actuación con un fontanero,el prespuesto rondaría los 500 euros, un dinero que la afectada no está dispuesta a pagar al entender que la negligencia fue de la empresa. "Non entendo que en novembro estivera todo ben e agora non valga. E non estou disposta a pagar eses cartos por unha reforma que en teoría tiñan que ter feito eles en novembro, cando era gratis para todos os clientes polo cambio de propano a gas. Eles teñen un protocolo para todo, pero non para cando meten eles a pata, que te pasan de un lado a outro", razona la afectada, que tras presentar ya dos reclamaciones ante la empresa, valora hacerlo hoy en una oficina de Consumo.