El accidente que ocurrió en la tercera Festa do Motor empañó un evento que un grupo de jóvenes, integrados en la asociación Forza Rácing Viveiro, había creado en el 2010 y visto crecer hasta reunir a cerca de 3.000 personas. «Síntome mal por todo o que pasou, porque o fixen para que a xente o pasara ben», comentaba a este diario el responsable, Jorge Sierra, que tras explicar su versión hace tres días guarda silencio absoluto. No tiene un papel fácil el organizador, al que contradicen la Federación Galega de Automobilismo y la chica que arrolló a los siete heridos. Sin embargo Sierra tiene el apoyo del Concello, colaborador de la cita, que respondió a la intención de demanda de la federación con una réplica del mismo calibre. Estos cuatro actores defienden puntos contradictorios, cuya resolución se verá en los juzgados, teniendo en cuenta que todos ellos han dejado el asunto en manos de sus abogados.
Una de las claves es aclarar todas las incógnitas en torno a la participación de la joven que conducía el BMW, en el que también iba como copiloto su pareja. El organizador manifestó que no estaban inscritos: «O rapaz pediume se podían facer un pouco de exhibición, pois querían darse a coñecer e confiei neles», lamenta, aunque reconocía no saber quiénes eran ni tener ningún contacto suyo en días posteriores. Sucedió el accidente en torno a las seis y media, en un tiempo de descanso cuando ya había terminado la primera manga oficial de la exhibición de slalom. En el cartel no constaba ninguna actividad entre la primera y la segunda manga.
La versión de la joven es radicalmente opuesta.
