Un disparo al aire convulsionó la asamblea convocada la noche del pasado martes por comuneros de Loentia, en el municipio de Castro de Rei, para debatir y acordar qué iniciativas podían tomar conjuntamente para cambiar la forma de proceder del actual presidente de la comunidad de montes, con cuyas actuaciones parecen estar disconformes.
El normal desarrollo de esta asamblea, que congregó a más de una veintena de comuneros en el local social de la parroquia de Loentia, se quebró tan pronto como los comuneros presentes escucharon el estruendo de un disparo, instantes después de que uno de los reunidos saliera del local momentáneamente y tropezara de forma fortuita con el presidente de la citada comunidad e montes, que, agazapado en la oscuridad y tendido sobre el suelo, trataba de enterarse a hurtadillas de los acuerdos adoptados por los comuneros críticos con su gestión.
El descubrimiento de su presencia causó sorpresa entre los comuneros reunidos, que aún se sobresaltaron más tras escuchar el disparo y, sobre todo, después de que la Guardia Civil se personara en el recinto para tratar de esclarecer la autoría de un perdigonazo del que sólo se halló el casquillo, pero no el arma.
Esta situación paradójica no hizo más que acrecentar las diferencias entre el presidente de la comunidad de montes y parte de los comuneros, que lo acusan de negarles los estatutos de la asociación, así como de falsas informaciones sobre las posibilidades de convertirse en propietarios.
