Un día para los agoreros

ADE1203P61F1.JPG
photo_camera ADE1203P61F1.JPG

CUANDO ESCRIBO esto no tengo ni idea de los resultados electorales que estarán en otras páginas de este mismo diario cuando ustedes lo lean. Las elecciones europeas son sosísimas. Menos mal que Cañete dijo alguna chorrada por el camino porque si no sería el aburrimiento total. Sé que a día de hoy eso no tiene mucha importancia porque ya están los resultados sobre la mesa y a toro pasado, todos somos Manolete. Pero mientras escribo, nadie sabe si aquello significó algo para alguien o no fue más que alimento para las tertulias, que ahora hay tantas que necesitan cada vez más y más queroseno hasta hacerse insoportables.

Como me parece impensable extrapolar datos de unas elecciones a otras, estoy seguro de que lo sucedido ayer no tendrá nada o casi nada que ver con lo que pasará exactamente dentro de un año. Son los dos extremos del camino: en unas votas quien gobierna tu casa, y en otra votas a quien gobierna un palacio ubicado en un país muy, muy lejano.

Sin embargo, sí hay una lección que se puede extrapolar de cualquier elección y que muchos harían bien en aprender, que es la base electoral que tienen a su entera disposición.

Un elemento para la reflexión es lo que tiene que pasar para que un señor que ayer votó al PSOE vote por el PP dentro de un año. Y desde luego así sucesivamente. Es decir: ¿Qué nos hace aparcar nuestros ideales políticos? Bajo mi punto de vista, aunque tal vez ande equivocado, la respuesta es simple: el que se presenta.

Porque en la comarca de A Mariña, la realidad es que no hay pueblos tan, tan grandes como para no tener referencia personal de ningún tipo sobre el individuo o individua que se presenta a la alcaldía. Es totalmente imposible que no lo conozcas, o no conozcas a uno que lo conoce, o no conozcas a uno que va de número 2, o a su hermano o a sus padres.

En función de estas variables se toma un porcentaje significativo de la decisión de sacrificar tus ideales para apoyar a alguien que no piensa como tú.

Pero hay otras. O eso espero, porque todavía tengo la esperanza de que quede un porcentaje de gente, y personalmente me gustaría que fuese cuanto más grande mejor, que vota tras haber sopesado qué tal lo hizo el que está, en caso de que sea reincidente. Como dicen algunos: si pita o no pita.

Estas cifras que oscilan son verdaderamente curiosas. Hubo casos realmente sonrojantes para los interfectos que no citaremos aquí porque poner unos sí y otros no luego se malinterpreta. Pero por decir algo: si ayer tu partido tuvo 5.000 votos y dentro de un año tú tienes 1.000, colega, háztelo mirar. Y viceversa. Si tu partido ayer la pifió con 750 sufragios pero dentro de un año tú levantas la orejona con 3.000 papeletas dentro, que te hagan un monumento porque te lo has ganado.

Justamente eso es lo que más apetece mirar en un día como hoy, porque todo el mundo da por hecho que pase lo que pase las cosas continuarán más o menos igual: Cañete y Valenciano van a ir a Bruselas como sea en unos puestos más que generosamente remunerados y nosotros nos quedaremos aquí.

El que más agradecerá los resultados será nuestro paisano José Blanco, que durante cinco años pondrá tierra de por medio, y luego ya se verá.

En lo que a mí respecta, recortaré los resultados de hoy para, llegado el momento, compararlo con lo que salga y poder volver a hacer aquí valoraciones, en el supuesto de que siga merodeando por estas páginas.

Y aunque no me gustan nada, un buen consejo es que ese mismo ejercicio lo hagan todos los alcaldables de todos nuestros municipios, porque incluso con la abstención que me huelo que se dio ayer, no van a dejar de ser un indicativo. Concretamente, la señal de en qué se tienen que fijar. La meta de cada cual será conseguir los votos que obtuvo su partido ayer, y unos cuantos más en función del tamaño del municipio, porque es completamente seguro que en las municipales vota bastante más gente que en las europeas.

Por lo demás, los análisis sesudos de lo de ayer los dejamos para otras páginas en los que habla gente con mucha más memoria histórica que yo, o tal vez más dotados para las matemáticas. O simplemente que tal vez hayan visto más tertulias de las aconsejables y con eso se sientan capaces de abordar un análisis certero de qué significan los resultados electorales de unas europeas.

Por mí, con que no gane ningún fascista, me doy por satisfecho.

EL GUSTO ♦ Una iniciativa para la mujer de lo más original

LA DELEGADA de muller en Ribadeo, Mari Luz Álvarez Lastra, puso en marcha en la comarca mariñana el primer grupo de apoyo para mujeres en el que se las intentará ayudar a que puedan superar sus traumas. Se trata de una iniciativa con más calado del que parece porque en la Seguridad Social hay cierto tipo de lagunas que no se cubren pero que no dejan de ser importantes. La salud psicológica es, en algunas ocasiones, una de esas zonas ambiguas y por eso todo lo que sea ayudar para que no haya que ir de pago es siempre bienvenido, sobre todo en un tiempo en que no todo el mundo puede hacerlo.

EL DISGUSTO ♦ Un artista que se nos fue y al que se le echará en falta

QUERALT BLANCH era un artista catalán afincado en la comarca de A Mariña, concretamente en Foz, que falleció la pasada semana en Barcelona. Juan Queralt fue una de esas personas que un día apareció por la comarca para realizar un mural en San Martiño, y decidió que este era el lugar en el que quería quedarse, y así lo hizo. A su faceta personal, hay que sumar que Queralt Blanch se implicó de inmediato en la vida social de la comarca ayudando en todo tipo de iniciativas solidarias, como su muestra ‘El Quijote y los derechos humanos’. Amigo de esta casa, se le echará de menos.

(Publicado en la edición impresa el 26 de mayo de 2014)

Comentarios