Un locutorio, que regentan dos mujeres de origen caboverdiano desde hace un lustro en la burelesa Avenida Arcadio Pardiñas, quedó este domingo prácticamente destrozado por las llamas y sobre todo por la humareda de un fuego que generó el cable deteriorado de una bombilla. El suceso ocurrió cuando en principio no había nadie en el interior del establecimiento. De hecho no hubo heridos, ni tampoco hizo falta evacuar las viviendas del edificio, en cuya planta baja se encuentra el local que ardió.
Se trata de un inmueble de tres plantas, en el que residen pocos inquilinos, que, de todos modos, no tuvieron que desalojar sus viviendas gracias a la rápida actuación de los equipos de extinción que acudieron al aviso.
Tampoco quedaron dañados los locales próximos —cerca del locutorio hay un supermercado y una tienda de telefonía, entre otros—.
Las llamas y la humareda quedaron contenidas en el establecimiento, de forma que tampoco hizo falta vallar la calle por precaución.
Los bomberos de Barreiros, el GES de Cervo, policías municipales y guardias civiles acudieron al suceso, en el que no hubo heridos
El suceso se produjo hacia las seis menos cuarto de la madrugada de este domingo, en el locutorio situado al lado del portal número 90 de la Avenida Arcadio Pardiñas.
Los bomberos del parque comarcal de Barreiros que lo sofocaron aclaran que se trató más bien de un incendio de tipo eléctrico, originado en el cable de una bombilla. Por ello quizás el fuego tuvo poca acción, aunque el local quedó visiblemente deteriorado principalmente por la gran cantidad de humo que se produjo durante la combustión.
Además de la guardia de bomberos que trabajaba en el parque comarcal en el turno de noche, se desplazaron al lugar los efectivos del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Cervo, además de varios agentes de la Policía Local burelesa y del destacamento de la Guardia Civil.
Los bomberos tuvieron que acceder al recinto por una puerta lateral para poder apagar el incendio. Después, se quedaron hasta dejar ventilado el lugar y retirar el material dañado.
El local estaba vacío cuando se originó la humareda y no hizo falta evacuar a los vecinos del inmueble
Pese al despliegue de medios, los vecinos del entorno prácticamente ni se enteraron de lo sucedido. Los dueños de bares próximos, que por ser domingo abrieron este domingo más tarde lo habitual, en torno a las diez de la mañana, reconocían que no se hubieran dado cuenta de nada, si no se lo hubiesen contado algunos residentes del entorno. Y es que, desde el exterior del local, apenas se apreciaban los destrozos ocasionados por el fuego y el humo, salvo por los cristales que quedaron totalmente oscurecidos.
Algunos vecinos reconocen que el cierre del negocio hasta que se reponga la instalación tras los daños perjudicará a bastantes usuarios, la mayoría inmigrantes, que usaban con mucha frecuencia y hasta altas horas de la madrugada, los servicios de telefonía que en él se prestaban.
Este periódico trató este domingo de ponerse en contacto sin éxito con las propietarias para saber en cuánto valoraban las pérdidas.
Por otra parte, Tráfico registró la madrugada del viernes al sábado un accidente frente al apeadero de Xove, por el que el conductor de un turismo se salió de la vía y volcó, aunque salió ileso.
