Un colectivo de padres pide una marquesina en una parada de bus en Candamil

Niños y padres, esperando en la parada del bus escolar (Foto: EP)
photo_camera Niños y padres, esperando en la parada del bus escolar (Foto: EP)

Un grupo de padres del municipio de Xermade solicitan al Concello la instalación de una marquesina en una parada de autobús - que está incluida dentro de la ruta escolar y, también, de transporte público- en la parroquia de Candamil. Cinco niños usan, actualmente, este lugar para aguardar por el autocar que los lleva a sus centros educativos, en el que no hay nada bajo lo que resguardarse de las inclemencias meteorológicas.

«Os días que non chove estase ben, pero cando chove, entre iso e o que salpican os coches e camións que pasan pola estrada, os nenos xa van pingando para o colexio», afirmó María Ares, madre de dos de las niñas afectadas.

El problema con respecto a esta parada y la ausencia de marquesina se remonta a varios años atrás. Para el bus escolar, el punto de recogida de los niños era otro, en el que sí había marquesina, en la carretera que va a Xermade desde la LU-861. Sin embargo, se trasladó después esta última vía, que une las localidades de As Pontes y Vilalba, en el carril de dirección a la capital chairega.

La petición de los padres para colocar una marquesina se realizó ya hace ocho años, aunque por aquel entonce solo había una niña que usara esta parada para ir al colegio. Desde entonces, se enviaron escritos a las distintas consellerías de la Xunta de Galicia responsables de esta carretera y al Concello xermadés.

María Ares relata que de las últimas reuniones con los responsables del gobierno local no se sacó nada en claro y el problema sigue sin arreglarse. «Eles din que a marquesina xa está e que o que non hai é sitio, porque non a deixan poñer os veciños», comentó. Otra de las madres afectadas comenta al respecto que «iso é mentira», ya que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas «ten uns metros expropiados e poden instalar a marquesiña en eles sen necesidade de pedir nada ós veciños». Ambas insisten en que «quizais no mesmo sitio da parada actual non se pode poñer, pero xusto antes ou a continuación hai sitio».

«Estamos pedindo o que nos parece que é noso e xusto para os nosos nenos», añadió María Ares, que también recordó que además de los cinco escolares también usa esa parada mucha gente mayor que utiliza la línea regular de transporte público.

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