Alrededor de un centenar de personas se congregó el viernes ante la casa consistorial de Vilalba para demandar la apertura de una guardería municipal que dé solución al problema de falta de plazas que existe en la actual, integrada dentro de la red A Galiña Azul de la Xunta de Galicia, que supuso que más de 40 menores se quedaran sin poder entrar en ella este curso.
La protesta, convocada por un grupo de padres de niños que se quedaron en lista de espera, consistió en una cacerolada, a la que se unieron no solo las familias afectadas, pequeños incluidos, sino también otros vecinos e integrantes de los grupos políticos de la oposición como PSOE o Vilalba Aberta.
Todos ellos compartieron el lema de 'Conciliación familiar xa' que encabezó esta movilización, la primera de la serie de medidas que prevén llevar a cabo mientras que no se ponga solución a esta situación, bien sea con la reapertura de la antigua escuela infantil o con la puesta en marcha de un Punto de Atención a la Infancia (PAI).
La cacerolada surgió a raíz de que la Xunta denegara el informe del Concello en el que se proponían las obras necesarias para volver a abrir la vieja guardería y se une a la recogida de casi 2.000 firmas hace un par de meses para pedir este servicio.
"Hai que serguir loitando ata onde faga falta para conseguir o noso obxectivo, que non é outro que o obxectivo de todos, de todo o pobo de Vilalba, dos nosos pequenos", empezaba el manifiesto que se leyó el viernes. En él, los padres afectados recordaron que este es un problema "de onte e de hoxe", pero que esperan que "non o de mañá". "Non pedimos un imposible, tan só un dereito, pero non valen excusas, nin máis mentiras nin máis largas, queremos solucións xa", insisten.
También criticaron que "neste século" estén tratando algo que "tería que estar totalmente normalizado para poder compatibilizar a vida laboral e a familiar", que "non é xusto ter que elexir" entre una y otra y que en otros municipios "se dean todo tipo de facilidades e que nun tan grande como este esteamos atados de pés e mans".
La cacerolada finalizó con los carteles que portaban los asistentes -con lemas como 'Queremos un concello conciliador', 'Guardería para todos' o personalizados con el nombre del niño y su condición de estar sin plaza- pegados en la puerta del consistorio, para dejar constancia de su protesta ante la ausencia de algún miembro del equipo de gobierno.
