Un cazador de Paradela herido de un tiro recibirá 210.000 euros

La víctima quedó en silla de ruedas tras un disparo fortuito en la cabeza en una batida
Lugar de Cenlle (Ourense) en el que ocurrió el accidente.
photo_camera Lugar de Cenlle (Ourense) en el que ocurrió el accidente.

Un vecino de Paradela que quedó en sillas de ruedas al recibir un disparo fortuito en la cabeza durante un accidente de caza ocurrido en el año 2013 en el concello ourensano de Cenlle recibirá una indemnización por importe de 210.000 euros, según se acordó en un juicio celebrado el pasado martes en la sala de lo Penal número dos de Ourense.

Ante el juez compareció como autor del disparo un compañero de batida y amigo de la víctima, acusado de una falta de lesiones por imprudencia leve, de la que finalmente quedó absuelto al estar despenalizada esta infracción en la reforma del Código Penal.

Tras un acuerdo entre las partes, sí se estableció que tendrá que indemnizar al herido en la suma de 210.000 euros, cantidad máxima de la que se hará cargo su compañía de seguros. A mayores, abonará al Sergas 134.000 euros por los gastos de asistencia.

El suceso ocurrió el 13 de enero del año 2013 durante una batida de jabalí en el municipio de Cenlle, en la que participaban varios cazadores del coto de Bóveda-Castro de Rei de Lemos (Paradela), parroquia esta última a la que pertenece la víctima, que entonces tenía 49 años de edad y residía en el núcleo de A Parrocha.

UNA BALA REBOTADA. El acusado disparó en dos ocasiones siguiendo a un jabalí y el último de los proyectiles se desvió de su trayectoria al impactar de forma fortuita con una piedra, de modo que salió rebotado y se incrustó en el cráneo de su compañero, que en ese momento se encontraba agachado.

Hasta el lugar acudió un helicóptero para trasladar al herido al hospital de Ourense, donde fue sometido a una operación de urgencia en el servicio de neurocirugía para extraerle la bala.

Una carretera próxima al lugar fue cerrada al tráfico para que pudiese aterrizar el helicóptero y permaneció cortada por parte de la Guardia Civil y los miembros del Grumir de Ribadavia durante el tiempo que duró la estabilización del cazador y su traslado.

El vecino de Paradela permaneció hospitalizado más de dos meses y medio, tras lo cual tuvo que seguir un proceso de rehabilitación durante cerca de dos años. Sin embargo, no pudo reponerse de las graves heridas ocasionadas y quedó condenado a una silla de ruedas y con un grado de minusvalía del 84 por ciento.

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