Un catedrático de economía defiende que ''en aquellos momentos, la fusión era la única alternativa viable''

José Antonio Redondo López, catedrático de economía financiera de la Universidad de Santiago (USC) ha asegurado hoy que la fusión entre las extintas cajas gallegas era "en aquellos momentos, la única alternativa viable" y ha calificado los continuos cambios de normativa como una operación de "acoso y derribo" contra la entidad resultante.

El profesor universitario ha explicado durante su comparecencia en la comisión de investigación del Parlamento gallego sobre la evolución de las extintas cajas de ahorro que la situación de las cajas se debió, entre otras causas, a sustentar su crecimiento de modo "erróneo" en el crédito inmobiliario.

La jornada de hoy está marcada por la incomparecencia del exgobernador del Banco de España Miguel Angel Fernández Ordóñez y de la secretaria de Estado de Presupuestos y exconselleira de Hacienda gallega Marta Fernández Currás, que ha suscitado las críticas de los grupos de la oposición.

El profesor universitario ha indicado que en el momento previo a la fusión la situación financiera de la "caja del norte era más comprometida que la del sur" y ambas tenían como denominador común el riesgo inmobiliario pero "ninguna de las dos hubiese tenido protagonismo de relevancia en ninguna de las SIP que se barajó".

En su intervención ha criticado los fallos del supervisor (Banco de España), que conocía la situación de las cajas y no actuó, de las auditoras "que deberían haber puesto salvedades" en sus informes, de las agencias de calificación y de la "nefasta" gestión de sus directivos.

Redondo López ha afirmado, además, que las remuneraciones y las indemnizaciones de los gestores de las cajas "no tienen justificación y éticamente resultan aberrantes, sobre todo dada la situación de la entidad de miles de ciudadanos atrapados en las preferentes".

Sobre este producto ha afirmado que "el engaño" reside en su comercialización, no en el producto en sí, y se ha preguntado, dado el folleto de compraventa, "cómo se podía vender como un producto sin riesgo".

"No me imagino a los empleados de las cajas vendiendo preferentes sin que sobre ellos se ejerciese algún tipo de presión, no para vender un producto, sino, simplemente les dirían: no cumples objetivos tu porvenir está en el aire", ha concluido.

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