Un cambio lógico

EL CAMBIO HORARIO EN ESPAÑA, que podría decir la adaptación a la realidad geográfica, de longitud, en la que vivimos sería una medida lógica, especialmente desde Galicia. Si la adopción del horario de Berlín como hora oficial española fue o no una decisión política de proximidad a la Alemania nazi de Hitler por la España de Franco es ahora anécdota, aunque sea una realidad que sigue ahí. Este nuevo planteamiento de situarnos en el huso horario que tiene Gran Bretaña o Portugal, en nuestra misma longitud con relación al meridiano de Greenwich, cabe esperar que no se interprete también la descalificación de disparate político, como se hizo siempre que este tema se planteó desde la lógica de Galicia. Claro que si se busca calidad de vida, con el cambio horario habría que poner en marcha el cambio de costumbres en los horarios laborales y de ocio de la vida española. Y en ese objetivo, el primer e imprescindible paso es el cambio en el horario de la programación de las televisiones y de los espectáculos deportivos. Y sobre esa inmensa pausa o paréntesis de toda actividad a mediodía, solo justificable en un país de siesta, obligado a reponer fuerzas por la práctica de la ocio nocturno, ante un televisor por ejemplo.

CAMINOS DE IDA Y VUELTA

El alcalde de Friol se opone a la decisión de Cultura de establecer dos rutas por el Camino Norte, frente a la realidad existente que lo situaba solo por ese municipio. El alcalde no plantea el desacuerdo en términos de confrontaciones locales con Guitiriz, que sale favorecido con el nuevo trazado. Ciertamente, la adopción de una medida así ha de estar razonada interna y externamente, hacia la opinión pública, en razones históricas. Hay más localidades en Lugo que están en desacuerdo con los cambios. No parece razonable ni abrir ni alimentar guerras locales por el trazado del Camino, que es un activo económico. Explíquese pues la Consellería de Cultura.

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