Un brote de mildiu larvado pone en peligro los viñedos de toda la Ribeira Sacra

Un brote de mildiu larvado, que consiste en unas manchas de apariencia aceitosa en las hojas, afecta a gran parte de los viñedos de la Ribeira Sacra, en especial a las plantaciones ubicadas en la ribera del Cabe y en la subzona de Amandi.

La plaga ya ha causado daños considerables a algunos viticultores que apuntan que las pérdidas suponen ya un tercio de la cosecha que está en camino. De todas formas, es difícil hacer esa valoración ya que el brote es muy regular y mientras que poblaciones como Lobios y Pinol, en Sober, tienen más problemas, en pueblos cercanos como Doade la plaga es más leve.

La única alternativa ante este brote es la vigilancia constante de las cepas, que pueden aparecer manchadas y salir los hongos de un día para otro, y aplicar los tratamientos fitosanitarios adecuados. El recurso más común son los sulfatos sistémicos, pero los técnicos desaconsejan esta opción porque en la mayoría de las viñas los racimos ya están cuajados y las bayas podrían absorber los sulfatos. Ante esto, la alternativa son los productos de nueva generación que no llevan componentes sistémicos, tienen un alto porcentaje de eficacia y no son tan duros como los tradicionales.

Algunos viticultores de Sober, una de las zonas más afectadas, apuntaron que este brote es una consecuencia de la plaga de mildiu convencional que se produjo en junio, sumada a las temperaturas suaves de estos días.

«O problema é que as viñas acaban de saír dun mildiu anterior, polo que aínda non están fortes de todo. A maiores, estes días hai orballo tódalas mañás e o sol non quenta con forza polo que a humidade e as temperaturas suaves favorecen a proliferación dos hongos», apuntó un vecino de Sober. Según este productor, el mejor pesticida que hay a estas alturas del año es el calor del sol, algo que este verano es está resistiendo.

ENVERO

El brote de mildiu larvado que afecta ahora a la Ribeira Sacra lo hace en un momento especialmente delicado para las cepas. En las zonas más cálidas ya se produce el denominado envero, el momento en el que los racimos cambian ya de color.

Los hongos del mildiu larvado se extienden por las hojas nuevas de los viñedos y el verdadero riesgo es que alcance los tallos de los racimos. De ahí la importancia de hacer un seguimiento diario de las cepas, porque en pocas horas el hongo puede extenderse con bastante rapidez.

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