Un baile de números sin mayores sorpresas

El PP volvió a arrasar, con una subida significativa en Monforte y bajadas en su feudo de Quiroga o en Taboada ►El PSOE mantuvo el segundo puesto a pesar de perder votos y En Marea creció lo suficiente para desbancar al BNG
Un momento de la sesión vermú de la fiesta de Tuiriz, celebrada junto a la mesa electoral de la parroquia
photo_camera Un momento de la sesión vermú de la fiesta de Tuiriz, celebrada junto a la mesa electoral de la parroquia

Los resultados en la zona sur de la provincia fueron los previsibles, aunque con un baile de números que dejó algo mal parados a los socialistas y proyectó a los de En Marea en su intención de convertirse, en lo que a la Ribeira Sacra se refiere, en la segunda fuerza política en número de votos más pronto que tarde. El Partido Popular, como siempre, arrasó, aunque hubo municipios en los que ha perdido fuelle, entre ellos uno de sus principales feudos, Quiroga.

Por lo que respecta al PSOE, en ayuntamientos como el de Ribas de Sil, en el que gobierna este partido desde el 31 de marzo de 1998, esta formación perdió cerca de nueve puntos porcentuales con respecto a los comicios de 2012. No fue el único lugar en el que el supuesto tirón del alcalde no se traduce en más apoyo en unas autonómicas, como ha sido el caso de Monforte, donde el partido que lidera el socialista José Tomé Roca registró un descenso de cuatro puntos porcentuales, pasando del 24% de los votos conseguidos hace cuatro años a un 20,05%.

En cuanto al PP, los del símbolo de la gaviota subieron cuatro puntos porcentuales en Monforte y entre uno y dos en el resto de los municipios de la comarca Terra de Lemos, siendo el caso monfortino el de mayor incremento registrado.

En la zona de Chantada, Carballedo, el municipio del sempiterno Julio Yebra Pimentel es popular hasta la médula, consiguiendo su grupo más de cinco puntos porcentuales con respecto a las elecciones de 2012, un 71,6%. En Chantada, esta formación casi subió dos puntos, pero, lo que algunos consideran una verdadera sorpresa, en Taboda perdió cuatro.

En la comarca de Quiroga el Partido Popular ganó en O Courel, pero perdió cerca de dos puntos. En este municipio, el PSOE se mantuvo y En Marea se destapó y arrebañó los votos perdidos por los populares y el BNG.

Los populares tuvieron altibajos, como el PSOE, mientras que el Bloque pasa a ser la cuarta fuerza política en el sur lucense

TESTIMONIAL. La formación que durante años estuvo como la tercera fuerza política en Galicia, el Bloque, ha tenido un respaldo testimonial en la Ribeira Sacra, donde ha pasado a ser la cuarta, pero con la excepción de un municipio, el que lleva gobernando desde 2007 José Luis Maceda, A Pobra do Brollón.

En este territorio, y a pesar de una subida de dos puntos porcentuales del PP, el BNG mantuvo el número de votos y el segundo puesto de la lista de partidos más votados, por delante de un PSOE que perdió ocho puntos, seis de ellos, según los resultados, que todo indica fueron a parar a En Marea.

Y es que el BNG no pasa por sus mejores momentos en la zona. Muestra de ello es que en Monforte bajó cinco puntos, consiguiendo únicamente 658 votos, quizá porque el que fuera alcalde de esta formación durante doce años, Severino Rodríguez, pidió el viernes el voto para En Marea, un grupo que despunta en todo el sur lucense y que se acerca a números muy cercanos a los conseguidos por los socialistas en algunos, que no en todos, de los doce municipios que conforman la Ribeira Sacra.

Incluso, hubo un concello de la Ribeira Sacra en el que fue el segundo partido más votado, Sober, donde logró hasta casi seis puntos porcentuales más que el PSOE, tal vez debido, en este caso, a que la número dos de la lista por Lugo, Paula Vázquez Verao, es de este municipio.

Las imágenes curiosas del día se dieron en Tuiriz, en Pantón, donde celebraban sus fiestas mayores. La mesa electoral, situada en el centro social de la parroquia, compartió espacio con el palco de la orquesta que amenizaba la sesión vermú y con los bares montados para la ocasión.

Muchos vecinos se mostraron encantados con la coincidencia, echando hasta un baile tras salir de votar. A los responsables de la mesa no les resultó tan agradable, sobre todo por el ruido.

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