El caso del estramonio en el sendero del Cabe

Un árbol muy tóxico adorna desde hace años una calle de Monforte

Un biólogo de la ciudad alerta de las consecuencias que tiene ingerir hojas o flores de adelfa, que producen alteraciones gástricas
Ejemplares de adelfa plantados en las aceras de la Rúa Roberto Baamonde de Monforte
photo_camera Ejemplares de adelfa plantados en las aceras de la Rúa Roberto Baamonde de Monforte

La céntrica Rúa Roberto Baamonde de Monforte está adornada desde hace años con un árbol considerado extremadamente nocivo, incluso venenoso, por algunos botánicos. Se trata de la adelfa (nerium oleander), una planta que ocupa el puesto número nueve en la lista de las más tóxicas del mundo de la revista Popular Mechanics.

Tanto sus hojas como las flores que salen en ciertas épocas del año, pero también sus ramas, contienen unas toxinas llamadas oleandrosida y neriosida, dos formas de glucósidos que si se ingieren pueden causar insuficiencia cardíaca, tanto en personas como en animales. También, en caso de arder, la inhalación del humo puede ser letal y, de hecho, por internet se pueden rastrear casos de envenenamiento tras usar sus ramas para hacer hogueras.

La intoxicación por adelfa es parecida a la digitálica. Entre cuatro y doce horas después de la ingesta de hojas o flores, en pequeñas cantidades, se producen alteraciones gastrointestinales acompañadas de náuseas y vómitos, con deposiciones diarréicas sanguinolentas, vértigo, ataxia, midriasis, excitación nerviosa seguida de depresión, disnea, convulsiones tetaniformes y arritmia en aumento, además de aparecer taquicardia, fibrilación auricular y bloqueo con parada cardiaca.

Según especialistas en botánica, la adelfa se suele usar mucho como adorno en las medianas de las carreteras y en parques y jardines no solo de España, sino también de numerosos países mediterráneos.

El motivo es su gran vistosidad, su mínima demanda de agua y su gran resistencia al sol y las heladas. Según los expertos, ello se debe a "un total desconocimiento sobre su toxicidad o por supuesta negligencia de quienes las colocan en lugares públicos, al alcance de niños y mascotas".

Un biólogo monfortino consultado al respecto señaló que los adultos, por suerte, "no tienen la costumbre de ir probando hojas allá por donde van. Pero, como siempre, los niños y los animales son imprevisibles".

La venta de este arbusto, que puede alcanzar los seis metros de altura, está prohibida o restringida en España, según se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE) número 32, del 6 de febrero de 2004, pero a pesar de ello sigue comercializándose y muchos lo plantan en sus jardines sin saber qué están haciendo.

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