«Es el único ascensor que nos permite acceder desde el garaje», explicaba el miércoles una vecina. «Si vienes con compras o con el carrito del niño ahora hay que subir las escaleras hasta la planta baja para poder tomar el otro elevador y subir al piso», matizaban. Y es que desde el pasado sábado por la noche, los alrededor de 60 vecinos de un edificio de la Avenida de Leopoldo Calvo-Sotelo, tienen fuera de servicio una de estas instalaciones por culpa de un acto vandálico, denunciado por el administrador de la propiedad.
La mayoría de los vecinos ni siquiera sabían que la avería del ascensor se debía a un acto vandálico pero la reparación durará unos días y el coste superará los mil euros, si bien disponen de un seguro que cubrirá los daños, como estima la gestoría, desde donde el miércoles comentaron que: «La verdad es que ha habido actos vandálicos similares en otros edificios de Ribadeo, pero éste es de los más cuantiosos».
Las puertas interiores aparecieron forzadas y en movimiento, con el ascensor parado en un segundo piso. Había partes dobladas y golpes que habían ocasionado su avería y la rotura de elementos. «Extraña que ocurriese según creemos la noche del sábado y no se notificase hasta las siete de la tarde del domingo», matizan.
Hay cámaras instaladas en el portal de este edificio que forma parte de un bloque de inmuebles que a su vez dispone de una piscina comunitaria en su tejado. «Alguien se lió a golpes con el elevador o hubo en él una pelea», especula el vecindario.
