El sindicato UGT solicitó a través de su secretario comarcal Mario Docasar a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil que ésta analice el impacto ambiental de la actividad pizarrera.
Docasar ha solicitado una entrevista con el nuevo presidente del ente, Francisco Liñares, para analizar las medidas destinadas a analizar y minimizar el posible impacto ambiental de las empresas extractoras de pizarra en los ríos afectados por esta actividad.
El sindicalista instó a Liñares a explicar por qué, tras haber ttranscurrido ya alrededor de siete años desde la firma del pacto todavía no se comenzó a ejecutar.
UGT critica que no sean respetedos por parte de las empresas los planes previstos debido a la falta de recursos, una situación que se atribuye en parte a la difícil situación económica que se está atravesando.
Además, Docasar pedirá a Liñares que agilice las gestiones o intente desbloquear el protocolo suscrito, con la excepción de aquellas firmas que padecen graves dificultades económicas.
El pacto de 2001 establecía una inversión de 60 millones de euros. El 70 por ciento debía ser aportado por la Unión Europea, el 20 por la Xunta y el 10 restante por las empresas, según indicó el sindicalista.
