El hotel de cinco estrellas gran lujo Palacio de Sober abrió ayer sus puertas después de interrumpir su actividad por un expediente de regulación de empleo que se prolongó desde el 2 de marzo. El sindicato UGT, representante de los trabajadores, constató un «lamentable autoritarismo» por parte de los responsables del establecimiento hacia los trabajadores, e insistió en la existencia de «irregularidades».
El secretario comarcal de UGT Lemos, Mario Docasar, denunció que los propietarios del Palacio de Sober le han negado a sus empleados «el derecho a la comida, exigiéndoles que lleven su propia comida en fiambreras», además de llevar a cabo «una modificación de turnos y horarios que podemos calificar de totalmente arbitrarios e, incluso, ilegales».