A LOS DIPUTADOS les van a ir al bolsillo con Hacienda. Hasta ahora tributaban por el 45% de sus ingresos; a partir de ahora será por el 75%. Este tema, como la amenaza de reducción del número de diputados, lo sienten algunos como agresión. Ni una ni otra medida, si se llega a producir la reducción del número de escaños, tiene relación alguna con rebajas democráticas. Al contrario. Un político ha de estar bien pagado para que no haya tentaciones y para que la persona capacitada y preparada que tenga vocación política no renuncie por ver mermados sus ingresos a prestar durante un tiempo servicio a la sociedad. Pero también desde el ejercicio de la política hay que ser solidarios reales, ejemplares, con el resto de la sociedad. Así, el tratamiento fiscal ha de ser igual para todos los ciudadanos.
DELITOS Y CACHONDEO
Concentrarse a la puerta del juzgado para insultar a una juez, solo cabe entenderlo como que algunos, sindicalistas de Andalucía en este caso, sobrepasan las líneas rojas más fundamentales cuando se sienten desposeídos del palio de la impunidad. La ciudadanía es suficientemente madura como para no digerir que solo hay persecución, mala leche de los periodistas o intereses de terceros como explicación al hedor a podrido. Este burdo recurso de demagogia aparece también por geografías como la nuestra. A la juez Alaya deben dejarla trabajar, si además nada hay que ocultar. De los máximos responsables de UGT y CC.OO. cabría esperar un mensaje diferente al que se denuncia contra la dirección del PP con el caso Bárcenas. Además, irse a manifestar ante el juzgado por investigar presuntos delitos es un exceso tal que ojalá no signifique que este país inicia una deriva de auténtico cachondeo, por ser suaves en la calificación. (Página 33)
