Trenes que no paran

Según las dispares conjeturas en relación al incierto futuro de los trenes de media distancia, se deduce que el ruinoso medio de locomoción solo se sostiene, o tiene razón ser, como servicio público y no como filón. Y para aliviar la carga se decide que no se detendrán en las estaciones con menos de tres pasajeros. Es decir, que si el sistema ferroviario se va al garete por carecer de clientela, la solución es prescindir de ella, con lo cual también se arremete contra el servicio público, al que también tienen derecho quienes lo utilizarían en puntos de escasa aportación. ¿No será que la ausencia de usuarios se deba precisamente a que los trenes no paran en todas o casi todas las estaciones? Muchos no lo utilizan por eso, porque no se les da opción a hacerlo, al pasar de largo por sus respectivos lugares de residencia. No parar ¿alivia el gasto? Como no sea economizar tiempo (¿para qué?), cuál otro ahorro justifica la restricción. Al menos visto desde la lógica y el sentido común, ninguno.

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