Título: Trash. Director: Stephen Daldry. Reparto: Rickson Tévez, Eduardo Luis, Gabriel Weinstein. Cines: As Termas. Calificación: 1 / 4
LA CAPACIDAD de Hollywood para embellecer la miseria quedó patente en el recibimiento de ‘Slumdog Millionaire’ en los Oscar y en la taquilla. Aquello que sus críticos definieron como «pornografía de la pobreza» no pretendía más que relocalizar el cuento tradicional romántico en el escenario turístico de los poblados de chabolas indios, pero con su imagen de spot publicitario y su montaje de videoclip limaba las asperezas y los problemas de conciencia del primer mundo, y convertía el hambre y la superpoblación en un decorado de cartón piedra perfecto para escapar de los villanos.
Andy Mulligan, autor de la novela que inspira ‘Trash’, trabajó como voluntario en India y Brasil antes de convertirse en el escritor de bestsellers que es hoy. Sus novelas de literatura infantil y juvenil reproducen el lenguaje de la calle de estos patios traseros de Occidente (lo que le valió algún problema con los censores contemporáneos), pero suavizan las partes conflictivas de la realidad. Al fin y al cabo -piensa la industria literaria británica- los lectores son nuestros hijos de clase media y no se debe perturbar la burbuja en la que viven: solo formar a nuevos clientes del futuro.
Stephen Daldry (director) y Richard Curtis (guionista al que recordarán en sus pesadillas por ‘Love Actually’ o ‘Notting Hill’), dan un paso más allá que ‘Slumdog Millionaire’ y añaden en ‘Trash’ una lectura política reconfortante. Los niños de ‘Trash’, trabajadores autónomos en un basurero, encuentran una cartera que, al mismo tiempo, está buscando la policía corrupta de Río. Después de las peripecias, saltos a lo parkour y huidas motorizadas por la urbanización de chabolas adosadas, los protagonistas descifran la clave de todo el embrollo. Había dinero, sí, pero lo más importante eran los libros donde estaba anotada toda la ingeniería financiera y corrupta de la organización de los Juegos Olímpicos.
Si el aprovechamiento de la movilización ciudadana de protesta contra el Mundial de Fútbol es ya de por sí obscena, ‘Trash’ se cierra con un discurso en off del jefe de la cuadrilla de niños que, gracias a unos vídeos subidos a Youtube, enciende la llama del descontento. Ese discurso, escrito por un occidental, calma los posibles quebraderos de cabeza del espectador, y respalda las tesis que Mariló Montero expuso en televisión con respecto a la corrupción y el atraso en los países subdesarrollados.
