Tránsito del abandono hacia el olvido

El cese de la actividad sociosanitaria prestada en el centro asistencial y rehabilitador San Rafael, popularmente conocido como manicomio de Castro, constituye un punto de inflexión crucial para el futuro aprovechamiento de unas instalaciones ahora destartaladas y que claman inversiones que posibiliten su reutilización y aprovechamiento para no verse abocadas al olvido.

El proyecto planteado a las administraciones provincial y autonómica por la Fundación de Daño Cerebral (Fudace) para ampliar su actividad asistencial en las dependencias del complejo hospitalario San Rafael, una vez remozadas, no ha superado el estado de idea. La Diputación ya avanzó su inicial predisposición a ceder su propiedad, pero la Xunta aún no ha movido ficha de cara a impulsar un proyecto que precisa, además de voluntad, de financiación.

La parálisis de esta iniciativa, la más atractiva, por no decir la única de las concretadas hasta el momento, agudiza aún más la incertidumbre sobre el futuro de un complejo, que, en su dimensión empresarial, fue un elemento de dinamización social y económica para Castro y para la Terra Chá.

FOTOGALERÍA 

 
 

 
0'0 (0 votos)

Comentarios