Tráfico registró más de 600 accidentes en vías secundarias de A Mariña ahora con más radares

El departamento estatal intensificará la vigilancia en el trayecto más peligroso de la N-640, en A Pontenova, así como en otro tramo de la LU-540, desde Viveiro hasta Muras pasando por Magazos e incidiendo donde hay más tránsito
Un accidente en la zona pontenovesa de Vilaxe
photo_camera Un accidente en la zona pontenovesa de Vilaxe

La alta siniestralidad que registran dos trayectos mariñanos de vías convencionales motiva que la Dirección General de Tráfico haya decidido intensificar el control sobre el tráfico rodado en la N-640 y la LU-540. De hecho, en esta última ya colocó recientemente, a la altura de Magazos, una señal naranja advirtiendo de la posible existencia de controles de radar. Ambos tramos sumaron 631 accidentes en el periodo comprendido entre 2010 y 2014. 

La N-640 entre los puntos kilométricos 30,26 y 88,13 contabilizó 399 siniestros de circulación durante el lustro mencionado. Se trata de una cifra muy elevada, en la que están incluidos asimismo varios siniestros con siete fallecidos y 30 heridos que requirieron hospitalización por heridas de diversa consideración. 

La DGT coloca nuevas señales naranjas para advertir de la existencia de más controles, que buscan reducir la siniestralidad 

Otro punto negro de las vías secundarias mariñanas está en la carretera autonómica LU-540, entre los puntos kilométricos 0,63 y 39,52, es decir, desde la salida de Viveiro, aproximadamente a la altura de Verxeles en dirección Lugo hasta A Gañidoira. Este vial registró 232 accidentes en el lustro citado con cuatro fallecidos y 12 heridos que también tuvieron que ingresar en el hospital debido a las heridas de diferente consideración que sufrieron a consecuencia de dichos percances. 

Tráfico ya señalizó el incremento de vigilancia en Magazos, Ourol y A Gañidoira, con la señal naranja ubicada bajo un indicativo genérico de limitación de velocidad, como anticipó este periódico; así como en el municipio de A Pontenova, en dirección a Lugo y viceversa. Estas señales se ubican en cualquier punto del trayecto, aunque la vigilancia afecta a todo el tramo, según la DGT. 

Nueve tramos de toda la provincia lucense contarán con estos indicativos en puntos identificados como de alto riesgo por la siniestralidad y el exceso de velocidad, tal como anunció dicho departamento en el verano pasado. 

La señal colocada en Magazos indica que los controles serán al menos en un trayecto de 14,1 kilómetros de distancia desde ese punto, según dan a entender las flechas situadas a ambos lados de esa cifra. De hecho, resulta ya habitual encontrarse con el radar móvil de Tráfico por la zona de Landrove y también varios puntos de Ourol, como Merille. 

El radar móvil se colocará en diferentes puntos de las carreteras cuyo riesgo está considera más elevado para la circulación

La resolución del Ministerio de Fomento, que cuenta con colaboración autonómica, tiene como propósito reducir la siniestralidad en puntos de peligrosidad contrastada, como son los mencionados de A Pontenova y Magazos. 

Los vecinos del municipio vivariense que residen en la zona afectada ya manifestaron de manera reiterada la necesidad de más controles entre Magazos y Landrove, debido a que consideran que algunos vehículos circulan por esa carretera a altas velocidades. 

La Policía Local también ubica de manera puntual el radar que le cede Tráfico de Burela en la recta de salida de Magazos, dentro del área de su jurisdicción antes de llegar al puente de Landrove. Los usuarios aprovechan asimismo la implantación de estas medidas para reclamar la creación de una rotonda que distribuya el tráfico rodado en ese punto, de lo que ya se hizo eco el grupo popular de Viveiro, que incluso llegó a presentar una iniciativa para que se estudie esa posibilidad con Carreteras.

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