Traficantes de grandes cantidades usan el café para camuflar la droga

La cocaína incautada en la operación de Viveiro estaba impregnada en este producto molido
Comisaría de la Policía Nacional en Viveiro
photo_camera Comisaría de la Policía Nacional en Viveiro

Una de las preguntas tras la desarticulación del grupo organizado que distribuía principalmente cocaína en la comarca es de dónde procedía la droga, más allá de que era traída desde fuera de la provincia.

De momento no hay respuesta oficial —si algún indicio permitiera descubrirlo se abriría una nueva investigación— pero la forma en que se transportaba, impregnada en café molido, da algunas pistas. Se trata de una forma habitual de camuflarla por parte de traficantes que mueven grandes cantidades, un método destinado a distraer el olfato de los perros en controles o en puntos de entrada como aeropuertos.

La técnica suena a nueva en A Mariña pero distintos operativos en los últimos años permitieron descubrir droga de esta forma, por ejemplo en Asturias, donde en 2009 se desarticularon grupos que la portaban mezclada con café molido.


Unos 15 agentes de la comisaría local y de la brigada de estupefacientes provincial trabajaron a fondo durante meses


En 2014, agentes se incautaron de más de ocho kilos de cocaína en envíos localizados en el aeropuerto de Barajas y que tenían como destino Madrid, Barcelona y Alicante, de la que parte iba mezclada en paquetes de este producto. Más recientemente, en agosto de 2016, la Policía Nacional detuvo en el mismo aeropuerto a una mujer de nacionalidad colombiana que pretendía introducir más de seis kilos de cocaína ocultos también en paquetes de café.

La desarticulación de este grupo cuyo núcleo operativo estaba en Viveiro fue el resultado de muchos meses de trabajo por parte de unos quince agentes tanto de la comisaría de la ciudad como del grupo de estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, que prestaron su apoyo ya desde el mes de septiembre, cuando empezaron a detectar en el municipio vivariense indicios de que se estaba moviendo droga.

El arresto de uno de los tres detenidos que fueron enviados a prisión en un control en Landrove —con 1,140 kilos de cocaína de una pureza del 75% y 1 kilo de sustancia de corte escondidos en su coche— fue una parte importante del operativo, pero no el detonante para cerrar esta operación en la que los agentes trabajaban desde meses antes con vigilancias e indagaciones para dar respuesta al aumento que detectaban en la presencia y consumo de droga en la zona, todo ello con la coordinación del juzgado de instrucción número 2 de Viveiro.

Aparte del mencionado 'transportista', permanecen en prisión otros dos vecinos del municipio, considerados los cabecillas del entramado y que tenían antecedentes por hechos similares. Quedaron en libertad con cargos, a la espera de que los cite el juez, los otros veinte detenidos en la operación Cañón-Artillería, que se saldó con la intervención de 1,3 kilos de cocaína, 1 kilo de sustancias químicas para su adulteración, 600 gramos de otra sustancia estupefaciente sin determinar o diversas cantidades de hachís y MDMA.

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