Tomé le da una última oportunidad a Aqualia para no quitarle la concesión

El alcalde de Monforte le exige a la empresa que lleva el abastecimiento de agua que aclare cuánto dinero está dispuesta a invertir en la ciudad y le pide que cumpla diversos acuerdos
Tomé (derecha) recibe a los representantes de Aqualia
photo_camera Tomé (derecha) recibe a los representantes de Aqualia

El alcalde de Monforte, José Tomé, le dará una última oportunidad a Aqualia, la concesionaria del servicio del agua, para que empiece a cumplir el contrato municipal. De lo contrario, Tomé no descarta poner en marcha una rescisión del mismo o rescatar la concesión. El regidor espera que en unos días Aqualia aclare qué disponibilidad tiene para invertir en Monforte y a partir de ahí que se puedan ir cerrando acuerdos con el nuevo equipo de gobierno, si eso no se cumple, el Ayuntamiento empezará a estudiar vías para acabar la relación contractual.

El regidor recibió este martes en su despacho a varios representantes de la empresa, entre ellos el delegado territorial en Galicia, José Luis García Ibáñez. Con ellos abordó los puntos de enfrentamiento que surgieron en los últimos meses entre el Ayuntamiento y la concesionaria. En la hora y media que duró la reunión, las dos partes intentaron acercar posturas acerca de cuatro temas.

Por un lado analizaron la situación de la potabilizadora. Entre las partes deben acordar cómo afrontar el sobrecoste de la nueva potabilizadora. El mantenimiento de la anterior rondaba los 250.000 euros anuales. Los informes municipales recogen que con la nueva potabilizadora esa cifra aumenta en 150.000 euros y que ese gasto lo debe asumir Aqualia. Sin embargo, la empresa no lo ve así y asegura que el mantenimiento de la nueva instalación cuesta 550.000 euros más que el de la anterior.

Aqualia se queja de que no ingresa el dinero previsto por el consumo por el descenso de habitantes y el cierre de empresas

También se puso sobre la mesa el desequilibrio económico. Aqualia le reclama al Ayuntamiento 2,4 millones de euros porque asegura que en los últimos 14 años ni se aplicó la subida del IPC a los recibos que pagaron los usuarios ni se fueron actualizando las tarifas. La empresa también se queja de que no ingresa lo esperado porque la población de Monforte bajó y también el tejido empresarial. Según sus datos, el 25% de los domicilios de la ciudad están cerrados y, de los que pagan el agua, el 50% abonan solo la tarifa mínima.

El alcalde reconoció que efectivamente no se actualizaron esos términos, pero le exige a la empresa que presente cuentas auditadas que corrobore ese desequilibrio para estudiar alternativas.

El tercer punto tratado se refiere a las inversiones que según el contrato la empresa tenía que haber hecho en Monforte. Para el Ayuntamiento, la cifra asciende a cuatro millones de euros y Aqualia dice que ya invirtió 1,3 millones en las reformas de la Rúa Chantada, Rof Codina y Benitto Vicetto.

Por último, el Ayuntamiento recrimina a Aqualia que el servicio que se presta es muy deficiente y que hay muchos problemas con la traída en zonas como el barrio del Hospital y O Morín. La empresa reconoce que eso es cierto, pero lo achaca a que el 50 % de la tuberías son de fibrocemento y eso es un foco de averías continuo.

Tomé aseguró que la reunión fue cordial y que espera que en menos de dos semanas la empresa dé una cifra sobre sus inversiones en Monforte. Pero avisa de que «se non se cumpren os contratos e os acordos por parte de todos darase unha quebra de confianza da que non haberá volta atrás» e insistió en que la opción de rescatar la concesión está sobre la mesa.

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