Todo por la patria

Los más sagaces, que son todos ustedes, se habrán percatado de que el rótulo ‘todo por la patria’, en desuso en la fachada de los cuarteles de la Guardia Civil, conserva plena vigencia en Cataluña. Oriol Pujol, imputado en el caso de las ITV, dijo al juez que sus gestiones al entramado fueron de «interés público», es decir, por interés patrio de los catalanes. Por algo acudió al juzgado custodiado por miembros de su partido y solo faltó que lo hiciese envuelto en la bandera y del brazo de Mas y de su honorable padre. Esto es lo anecdótico, porque lo esencial es que lo más probable es que su argumento cuele y en vez de ser procesado por meter, presuntamente, la mano en la caja, se le otorgue alguna encomienda, más por servicios al terruño que al contubernio de las adjudicaciones fraudulentas. No se extrañen que la detención de cualquier salteador de bancos, fajado con la enseña heráldica catalá, sea considerado un agravio a la comunidad, lo mismo que las (contadas) derrotas del Barça, algo más que un club a los efectos de la causa.

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