Tierra de Belén, Tita y viento

Tita Cervera se ha revelado como la gran analista de España con una frase profunda de portada. Dijo: "Mi hijo está en manos de una secta". Palabra de Baronesa en la España de hoy. Los tertulianos imaginarios de la realidad enseguida han atado cabos. La Thyssen se ha referido a la España zetalante, decían los que defienden a Herman Tersch y Berlusconi y no depositan en la víctima la culpa de la agresión. De eso nada, replicaban los progres de la escuela polisaria de Wyoming: Tita habla de la España cavernaria, que es frase de desmemoria en una democracia de monarquía constitucional.

Anda el eco mediático congelado por el frío siberiano de la crisis. Pero a la vez contribuye con irresponsabilidad al calentamiento global de esas dos Españas tan diferentes y fracturadas. Menos mal que Belén Esteban ha dejado de ser la cara de la recesión, con sus ojeras y su amarga desgana, para lavar su rostro con estética de populismo, como si fuera la vicepresidenta cuarta de la nada. Eso sucede en países como Italia y como España, donde las mamachicho y los debates políticos se confían a mesas camilla de análisis tomatero y al sentido del humor de graciosillos de barrio con más militancia que talento.

La semana se va marchando camino del invierno, en búsqueda de una nueva inocentada como aquella de la expropiación de Rumasa. Puede que esta vez toque la sentencia del Estatut, y que sea delito no hacer un referendum ilegal separatista o no defender la autodeterminación del Sáhara. Sólo un país como el de Tita y la inefable Belén puede dar espectáculos como los de Haidar. Sólo aquí se permite esa parodia en la que la activista saharahui, cumplidos 30 días de huelga de hambre, tapó el peso de la báscula mientras la izquierda republicana instaba al Rey a resolver el problema. Después supimos que Aminatou tapaba 57,6 kilos de problemas para España que van del silenciado secuestro de 3 cooperantes españoles en Mauritania a la verdad incómoda del paro en esta pesadilla planetaria del cambio climático.

Y no hay palabras, en la jerga de Tita digo, para describir esa foto sideral de la conferencia de presidentes autonómicos. La Baronesa Thyssen muy bien podría haber dicho que "los españoles están en manos de un posado", pero eso hubiera sido ofensivo para los fotógrafos que aún no han ido al paro. Fracaso de esa cumbre mitin de ZP, en la que el gallego Núñez Feijóo ejerció de líder espiritual del PP para preservar de la improvisación y la complicidad a la alternativa española que aspira a jubilar la zeta y el talante.

Estamos, pues, en el rastro de 2010, que empezará con la presidencia española de la UE para satisfacción planetaria de Leire Pajín y los artistas de la ceja que cambiaron guerras por misiones humanitarias. Este es un país que logra libertades a base de prohibiciones y sableos al ciudadano. En las bodas ya no habrá ni puros. Y como esto siga así, las ceremonias se harán sin novios ni curas ni padrinos, y los toros con imitaciones de cartón piedra. Quedará prohibido hacer entierros con muertos, y los crucifijos sólo serán obligatorios en mezquitas y casas laicas. La Iglesia, que había optado por el primetime de la misa del gallo para apuntalar el discurso del Rey en Nochebuena, anda a la gresca en el País Vasco. Los párrocos nacionalistas no quieren al tal Munilla, que tiene nombre de pecado nacional en el universo desterrado del peneuvismo. Lastimoso espectáculo en esta España, nación de nacionalidades, donde la progresía extrema ha consumado su objeción a la vida. La ciencia médica y parte de la enseñanza se ponen en contra de la ampliación del aborto, una caprichosa necesidad de agitación del PSOE, que lo ocultó de forma traicionera en su programa electoral para sacarlo en horas bajas de la crisis y del paro.

Y como colofón para la posteridad enciclopédica, la frase de ZP en Copenaghe: "La Tierra no pertenece a nadie, sino al viento". Se ve que el autor del discurso lo estaba escribiendo cuando las televisiones conmemoraban el 70 aniversario de "Lo que el viento se llevó". Pero como dijo Clark Cable, "francamente ZP, eso no importa". 

AL CIELO AL INFIERNO
Miguel Sebastián Díaz Ferrçán

Ministro de bajo consumo. Nos impone la temperatura por ley. Nos regala bombillas que no llegan. Y ahora, nos sube la luz de nuevo. Otra vez la escenita de anunciar una subida del 7 por ciento para que después parezca menor el 3 por ciento. Subida al fin y al cabo. Sin duda, este es el gobierno de las subidas: Luz, impuestos y paro. Al cielo, por pena y piedad hacia nosotros.

Dudoso líder patronal. Primero coqueteó con la deriva gubernamental en el inicio de la crisis. Después, visto que no obtenía rédito, se pasó a la crítica y la confrontación sindical. Más tarde no pagaba a sus empleados. Y Caja Madrid, de la que es consejero, le expedienta por no pagar 26 millones de crédito. Finalmente airea una falsa dimisión para seguir en la CEOE. Memorable.  

PRIMERA PERSONA
♦ Monseñor Munilla. Respetuosa respuesta pastoral para incluir en "su rebaño" a los párrocos críticos nacionalistas.

♦ Ramón Iribarren. Nuevo jefe de comunicación de la Casa Real. Nuevos tiempos.

♦ Hermann Tersch y Berlusconi. Los agredidos culpables. Demócratas con alma de dictadores distinguen entre víctimas de derechas y de izquierdas.

-O-O-O-O-

CHISMES
Sesión de control. Cabreo por lo bajini de ZP cuando Rajoy le comparó "con el maestro Ciruela, que no sabía leer y puso una escuela". Hablaban de economía. No de la frase del viento.

Fusión gallega. ¿Por qué el Banco de España no se entusiasma con la fusión de Caixa Galicia y Caixanova? Porque en el nuevo mapa financiero surgiría una fuerza bancaria inesperada de desequilibrio autonómico. ¿El modelo catalán no vale para Galicia?

Enfado marcial y de memoria. Al parecer, Defensa prohibió al Museo del Ejército citar a Franco. Y el mando militar pidió el cese por la afición de Chacón a tergiversar la historia.

Discurso ZP. Critican al autor de poesía. Pero “nadie repara en que a Zeta le gusta”. Dicen.

Comentarios