Tiempo de cosecha

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DE AQUÍ A un año llegará la época más divertida, y a veces más estresante, en el trabajo del periodista local: las elecciones municipales. Nunca tienes tantos amigos, escribes tan bien y eres tan simpático como en esos meses previos a las elecciones. Da gusto. Lástima que sea algo tan pasajero.

Como desgraciadamente me tocó cubrir ya unas cuantas, podré establecer una secuencia temporal y hasta hacer alguna comparativa, seguramente desafortunada. Eso sí, haré una quiniela que no enseñaré a nadie porque puestos a hacer el ridículo, hacerlo ante uno mismo es más que suficiente. Nunca consigo acertar nada que no sea Trabada.

Sin embargo, y esto es más un deseo que una realidad, puede que las próximas municipales sean más entretenidas ante la irrupción de nuevos partidos políticos, sobre todo por el flanco izquierdo, que embarullen algo los resultados.

Es posible que en realidad esa situación se dé en las municipales de 2019, pero como para eso no sé ni si se habrá acabado el mundo, mejor hablar a unos meses vista.

Hace ocho días recogimos en la edición de A Mariña de este mismo diario una interesantísima información en la que las voces audibles de Anova, Compromiso por Galicia, Espazo Ecosocialista, Equo, y hasta Izquierda Unida, explicaban su situación ahora mismo y en lo que se andan aplicando. No se mojaron mucho, porque la cosa está complicada.

Uno de los responsables de esas formaciones con el que tengo la suerte de charlar, aunque menos de lo que me gustaría, me cuenta que lo de encontrar candidatos para rellenar una lista está carísimo en la comarca. Él lo extiende a todas partes, pero le toca esta comarca y, más concretamente, Ribadeo.

Y es que lo de Ribadeo no es una tontería. Hoy en día el BNG es una locomotora que va a costar descarrilar. Todos sabemos que cuando las cosas van bien (a quien sea), siempre salen apoyos de debajo de las piedras. Ellos son los únicos que a día de hoy tienen relativamente sencillo lo de configurar la lista. Fuera del Bloque, no hay más que problemas en todas partes. El PP, segundo en número de votos, es una incógnita sumida en un interrogante repleto de incertidumbre. Parece que tienen candidato (Jesús López Penabad), pero de ahí en adelante, nada está claro. El PSOE a día de hoy no tiene ni candidato, aunque está claro que se presentará. Los independientes de Upri están decididos a seguir. Eso son ya cuatro partidos, cada uno con 17 candidatos, es decir, 68 personas. Si se hace otro partido más serán 85, y dos más serían 102 personas metidas en política en Ribadeo, de las que como mínimo el 40% tendrán que ser mujeres. Algo excesivo parece eso teniendo en cuenta los tiempos que corren.

Y es que tanto Anova como Compromiso parten de la base de los desencantados del BNG, pero eso no da para hacer una lista en ninguna de las localidades mariñanas. Tal vez en una ciudad sí, pero en los pueblos, lo tienen complicado. Eso hablando de poesía política, porque si descendemos al barro, habrá que recordar que una campaña electoral cuesta dinero, eso de lo que a nadie le gusta hablar, pero que hay que poner encima de la mesa. Y no vamos a incidir aquí en la situación económica actual.

Izquierda Unida confesó que regresará como mínimo en Viveiro. Allí siempre tuvieron predicamento, pero falta por ver cómo les irá sin la figura que parecía eterna de Orlando Expósito. Al PSOE no le hará ninguna gracia, aunque deberían pensar que tal vez su electorado de todas formas no votaría a María Loureiro, y más deben de preocuparse en el BNG, que salen con la incógnita de cómo se les recibirá tras su accidentado paso por el gobierno municipal con expulsión incluida. Eso les habría venido bien, pero el que los echó, Melchor Roel, falleció, y todo corre que es una barbaridad, así que con la falta de memoria que tenemos en general, es seguro que para dentro de un año todo aquello se quedará en nada o casi nada.

En el resto de concellos, por grandes que sean, no se esperan sorpresas. En los pequeños, aunque se esperen, son directamente inviables. Tal vez Iván Marrube consiga sacar adelante una lista de Compromiso en Alfoz, pero incluso con el engrandecimiento de su figura política, le va a costar dios y ayuda. Fuera de eso, difícil que haya nada nuevo.

De aquí a cinco años a lo mejor se presentan todos esos por la izquierda más Vox y UPyD por la derecha en todos los concellos. Entonces será más divertido y no habrá excusa para quedarse en casa.

EL GUSTO ♦ Un anticipo económico que será muy bienvenido

RAQUEL ARIAS anunció que los concellos van a empezar a recibir ya las cantidades que la Xunta les adeuda por el servicio de Axuda no Fogar. Explica que el anticipo en el pago con respecto a años anteriores hará que las arcas municipales no tengan que adelantar dividendos. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, es más que agradable para los interventores y para los gestores municipales conocer una noticia así, que aliviará a muchos de ellos y, ante todo, les permitirá dedicar un dinero importante a algunas otras cuestiones de interés, que seguro que ya tienen pensadas.

EL DISGUSTO ♦ La incertidumbre sobre el Hospital da Costa en verano

AL RESPONSABLE del Hospital da Costa, Francisco Soriano, no paran de salirle frentes que ir atajando semana tras semana. Esta última se dio a conocer que si no hay cambios, durante el verano está previsto el cierre de una planta del centro hospitalario. Inmediatamente surgen voces que, con cierta razón, anticipan que una decisión de ese calado puede suponer un trastorno serio del funcionamiento del hospital. Luego en el Sergas explican que no hay ningún problema y aunque los legos en gestión medicinal no sabemos a qué atenernos, el sentido común alerta de que pasa algo raro.

(Publicado en la edición impresa el 31 de marzo de 2014)

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