| Título: Thor: the dark world. Director: Alan Taylor. Reparto: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Anthony Hopkins, Tom Hiddleston. Cines: As Termas, Monforte, Viveiro y Ribadeo. Calificación: 2 / 4 |
EL CINE de multisalas se alimenta de tantas fuentes diversas que ya no se puede identificar como algo homogéneo. Es difícil detectar rasgos comunes en un cine poliédrico que pretende gustar a una parroquia cada vez más diversa y con gustos inabarcables. La división cinematográfica de Marvel, sin embargo, define un modo unitario y perfectamente identificable de hacer las cosas; de hacer sus cosas, de hecho. En el cine de superhéroes -cuya raíz es el tebeo por entregas- hay un estudio que representa todos los valores lúdicos y el entretenimiento desprejuiciado que siempre caracterizó el origen de todo esto, y Marvel, como decíamos en las salas de juegos cuando alguien humano se anticipaba a la máquina, le tiene cogido el tranquillo.
El ‘Thor’ de Kenneth Branagh fue un experimento que no salió como se esperaba. A medio camino de casi todo -lectura shakesperiana interrumpida, divertimento espacial de estética camp, historia romántica entre dos dimensiones…- ‘Thor’ era una ‘space opera’ con diseño setentero y mamporros terrenales de hoy en día. Pero el serial continúa, y parece que va a seguir aportando títulos ahondando en ese concepto primario y esencial del tebeo superheroico.
‘Thor: el mundo oscuro’ empieza fuerte. Antes de los títulos de crédito, una introducción nos sitúa en un conflicto mayúsculo entre dioses nórdicos espaciales y elfos oscuros muy enfadados que no dudan en usar las tácticas de guerra de Al Qaeda.
Los cien minutos siguientes son el único carrusel de destrucción, batallas masivas y golpes de martillo que un espectador puede soportar sin perder el hilo. Porque aún cuando el argumento tiene tantos recontragiros como retrorroturas hay en un capítulo de ‘Doctor Who’, lo cierto es que Marvel se ancla a su sentido de la maravilla para que toda esa acción y destrucción no pierdan su contacto con el patio de butacas.
‘Thor’ anuncia más capítulos en su entrega de este año. En esa demostración del exceso que tanto caracteriza el cine taquillero de esta generación, la película termina con dos escenas en suspenso. Una antes de los créditos finales y otra cuando media sala ya está a la altura del McDonald’s.
Marvel se ha dejado de preguntar por los dramas del superhéroe y le da a su público el menú XXL de escapismo y fanfarria. Que le aproveche.
