Perdí mi dinero con la venta del Popular y ahora, ¿qué hago?

Testimonios de la quiebra

Los historias que narran los afectados son de una increíble dureza
Exterior de una oficina del Banco Popular
photo_camera Exterior de una oficina del Banco Popular

Empleado del Banco Popular en una oficina de Pontevedra
Preocupación. Esa palabra podría resumir el ambiente que reina entre los trabajadores del Grupo Popular. Así lo explica el empleado de la entidad en la sucursal de la calle Gutiérrez Mellado de Pontevedra Carlos Fraguas, que además es delegado sindical de Comisiones Obreras en la empresa. "É unha nova entidade, non sabemos como traballa nin que cantidade de xente vai necesitar ", comenta al tiempo que añade que la carga de trabajo en las oficinas es alta, por lo que se deberían mantener los empleos.

"A miña principal demanda, como traballador e como membro de Comisións Obreiras, é que se manteñan os postos de traballo", cuenta. Así, Fraguas recuerda que el Grupo Popular llevó a cabo recientemente un ERE por el que redujo en un 20% su plantilla. "Non sobra ninguén, aínda que algunha oficina se vexa afectada, os traballadores poden ser perfectamente recolocados noutro lugar porque a carga de traballo é inmensa", cuenta.


"A maior parte dos meus compañeiros teñen accións do Banco Popular e perderon moitos cartos"


INDIGNACIÓN. Además del miedo al futuro, Fraguas comenta que también hay una cierta indignación entre sus compañeros por el modo en el que se llevó a cabo la venta al Banco Santander, "con nocturnidade e aleivosía". "Non temos moi claro como se levou a cabo esta absorción", declara el trabajador. Tanto él como sus compañeros se enteraron de la compra por los medios de comunicación. "Non houbo ningunha comunicación previa aos empregados. Inmediatamente despois de coñecer a noticia, recibimos unha carta da presidenta do Banco Santander explicando a situación coa finalidade de calmar os ánimos", cuenta. En ella, Ana Botín animaba a los trabajadores a mantenerse tranquilos de cara al futuro y les daba la bienvenida a "un gran grupo bancario líder mundial", tal y como relata Fraguas.

A la preocupación y la indignación se une también el ambiente de tensión que se vive estos días en las sucursales del Banco Popular, ya que muchos de los clientes y accionistas han perdido el dinero que invirtieron en acciones. "Hai momentos de incomprensión e de tensión polo enfado dos accionistas coa entidade, pero, por sorte, Una protesta por una estafa bancaria. aep moita xente entende que os empregados non somos os responsables desta situación", explica. De este modo, el trabajador lamenta que los empleados pasan por situaciones desagradables. "Incluso en moitas ocasións se chega á descualificación, e non queremos pensar que se vaia chegar máis alá". De este modo, los trabajadores han solicitado al banco que se ponga en marcha un protocolo de seguridad para evitar situaciones de violencia en las que se puedan ver involucrados los empleados. Y es que, en estos casos, algunos trabajadores han llegado a recibir amenazas por parte de clientes.

Pero además de padecer la tensión y el enfado de muchos clientes, los empleados cargan también con su propia frustración. Muchos de los compañeros de Fraguas habían adquirido acciones de la entidad en la última ampliación de capital del Grupo Popular como señal de confianza en la viabilidad del proyecto. "A maior parte dos compañeiros teñen participacións en accións e perderon moitos cartos", cuenta el trabajador.

"Cando traballas nunha empresa e a valoras podes realizar investimentos nela. De feito, a empresa ofrecía préstamos sen xuros aos seus traballadores para que comprasen accións e agora atópanse con que esas accións perderon valor pero que teñen que devolver os cartos dos préstamos", explica Fraguas.

"Os empregados confiabamos na viabilidade da empresa ata o último momento. Esta entidade sempre foi solvente ata que, da noite para a mañá, deixou de selo", termina el trabajador Carlos Fraguas.

Trabajador y accionista del Banco Popular
José (nombre falso) trabaja en el Banco Popular desde hace 15 años y, además, tenía acciones de la entidad. "Creo que foi no ano 2007 cando o banco propuxo conceder préstamos sen xuros aos empregados para que adquirisen accións. Ti pedíalo, aboábancho e, obrigatoriamente, tiñas que comprar accións con eses cartos", cuenta el trabajador. "Eu animeime e pedín un préstamo para comprar accións".

Una vez adquiridas las acciones, cada mes el banco descontaba de su nómina una parte para pagar el préstamo concedido. "Ese sistema permaneceu no tempo e eu volvín participar nas ampliacións de capital que houbo. Era como unha especie de incentivo aos traballadores ", explica José.


"Máis que enfadado estou decepcionado, sorprendido... Ninguén imaxinaba que isto fose pasar"


El empleado, que trabaja en una sucursal del Banco Popular del centro de la ciudad, ha perdido 10.000 euros tras la operación de compra de la entidad en la que trabaja por parte del Banco Santander. Sin embargo, todavía tiene que hacer frente a la deuda que contrajo con su entidad para poder comprar unas acciones que ya no valen nada. Así, cada mes le irán descontando de su nómina una cantidad de dinero para terminar de pagar los 2.000 euros que todavía debe. Se siente enfadado? "A palabra non é enfadado, é máis ben decepcionado, sorprendido... Ninguén imaxinaba que isto fose pasar", explica.

A la frustración de haber perdido su dinero se suma la preocupación por el futuro de su puesto de trabajo. "Todos os empregados estamos igual, moitos perdemos cartos e, ademais, hai ese ambiente triste e de preocupación na oficina por saber que pasará", explica. Por suerte, asegura que los clientes son comprensivos y, aunque muchos están enfadados por perder su dinero, "non adoitan pagalo connosco".

José todavía no tiene claro si emprenderá acciones legales contra el banco en el que trabaja para recuperar sus acciones. "Eu traballo nun banco e sei que as accións poden baixar, pero o que ocorreu non coincide para nada coas previsións que se presentaron en 2016".

Un abogado pontevedrés
El abogado pontevedrés Javier (nombre falso) recibió una herencia de 10.000 euros en forma de acciones del Banco Popular. "Yo no era cliente habitual de esta entidad, pero dejé allí las acciones como una inversión a largo plazo. Lo que pasa es que en 2016 me llamaron por si quería poner algo más cuando se llevó a cabo la ampliación de capital. Fue entonces cuando puse 3.000 euros. O sea, que, en resumen, he perdido 13.000 euros", cuenta.

Javier nunca pensó que fuese a ocurrir lo que finalmente sucedió y en todo momento consideró que su inversión estaba segura, aunque pudiese bajar. "Pobre de mí, pasó todo lo contrario". El pontevedrés asume que ha perdido los 10.000 euros iniciales que recibió como herencia, pero piensa pleitear para conseguir que le devuelvan los 3.000 euros que invirtió en 2016.


"Todo tipo de personas tienen cláusulas suelo, preferentes y acciones del Banco Popular, desde notarios a barrenderos"


Reconocer la pérdida del dinero o incluso el engaño cuesta a quienes han pasado por conflictos de este tipo. "Todo tipo de gente tiene cláusulas suelo, preferentes o acciones del Popular, desde notarios hasta barrenderos, con todo mi respeto a estos últimos. No se trata de tener más o menos estudios", explica el abogado, que anima a la gente a denunciar estos casos y vencer la vergüenza.

Ni el Banco Santander (del que es cliente el abogado) ni nadie del Banco Popular se puso en contacto con él para informarle de su situación. "Todo lo que sé lo vi en la prensa. De hecho, ni siquiera he ido a la sucursal del Banco Popular ", cuenta. De momento, el afectado tiene previsto esperar a ver si se dictan algunas sentencias al respecto para comprobar también si el Banco Santander toma alguna medida para compensar a los afectados. Sin embargo, está seguro de que interpondrá una demanda para recuperar su dinero.

"Tengo todas las esperanzas puestas en que vaya bien, porque yo creo que se produjo un engaño a la hora de comercializar esas acciones que se vendieron en 2016, además de una total falta de transparencia", explica el abogado pontevedrés.

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