Esplendor en la hierba

Federer-Nadal, un clásico (Fotos:EFE)
photo_camera Federer-Nadal, un clásico (Fotos:EFE)

Federer y Nadal siguen empeñados en ofrecer al público historia viva de este deporte. Desde hace años sabemos que que su rivalidad será recordada al estilo de los McEnroe-Borg o Sampras-Agassi. Ahora queda por saber si no las recordaremos aún más.

Por tercer año consecutivo, el dúo Rolland-Garros contará con la misma final. El que posiblemente sea el mejor jugador de la historia frente al único que consiguió bajarlo del Olimpo a raquetazos. Aún así, si el super-hombre Federer está a salvo en algún lugar de su kryptonita particular, es precisamente en las pistas del All-England Club, donde nadie es capaz de toserle desde hace cinco años.

Este domingo intentará alcanzar su sexto Wimbledon consecutivo e igualar el número de victorias de Bjorn Borg en este escenario. Si Nadal llega a la final mejor adaptado sobre la hierba que nunca, Federer lleva todo el torneo paseándose.

Nadal supera con claridad a Schuettler
Para llegar a su tercera final consecutiva en Wimbledon, Nadal se deshizo del alemán Rainer Schuettler en tres sets (6-1, 7-6, 6-4). Sólo sufrió algún contratiempo en el segundo y supo imponerse en un terreno en el que cada día se encuentra más comodo. Para muestra, el español sólo perdió un set en todo el torneo.

El derroche de calidad del número 2 del mundo dejó poco margen a la sorpresa. Hubo un primer set con diferencias cualitativas bochornosas; un segundo, en el que Schuettler varió la estrategia para golpear al mallorquín con más contundencia; y un tercero que finalmente corroboró la destreza del segundo favorito.

El arranque torpe del verdugo de Arnaud Clement contrastó con el poderío del manacorense. Nadal aprovechó cada una de las carencias técnicas que mostró el germano para romperle el servicio tres veces en el primer set (6-1), sin cometer ninguna doble falta ni error no forzado.

Schuettler esperó al segundo set para reaccionar y conseguir lo que parecía imposible, romper el saque del mallorquín en el tercer juego con un gran punto. Fueron los errores de Nadal los que dieron aire al alemán, que estuvo a sólo un juego de ganar el set, con 5-3, antes de que Nadal volviera a ponerse las pilas.

El rival impasible pasó a convertirse en el rival incómodo. El zurdo de Manacor necesitó algo más de una hora para rematar el set. Remontó los números adversos del marcador para igualar a 5 juegos, pero la nueva actitud de su rival llevó el set al desempate, que ganó Nadal por 7-6 (3).

En la última manga, el manacorense llegó a perder 3 bolas de partido, que salvó el alemán para llevarse el noveno juego disputadísimo y ponerse 4-5. Nadal -que en total convirtió 5 de doce ocasiones de rotura- aprovechó su servicio para enmendar el resbalón y amarrar el tercer parcial, con un último juego en blanco para Schuettler, por 6-4.

"Hoy quizá no fue mi mejor partido pero en cualquier caso, he ganado en 3 sets y llego a la final con mucha confianza, aunque sé que voy a jugar contra el mejor jugador del mundo", comentó el balear al terminar en la Central.

Federer se impone a un correoso Safin

Mientras, Roger Federer se deshizo del resucitado Marat Safin con un marcador paralelo al de Nadal (6-3, 7-6 (3) y 6-4) en un partido muy digno del ruso, que enseñó al público británico un arsenal de golpes suficientes para merecer llegar a la final... si el suizo no estuviera delante.

El ruso jugó su mejor tenis en hierba desde que debutó en Londres en 1998. Sin embargo, el 'reloj suizo' supo imponer su mayor fortaleza mental.

Safin, como el día de Feliciano López, tardó en entrar al partido. Federer le hizo el primer juego en blanco, le rompió el servicio en el segundo y se puso 3-0 arriba con un nuevo juego en blanco. El partido llevaba una velocidad de vértigo en dirección a una nueva humillación por parte del helvético.

El ruso, entonces, comenzó a afinar con su saque y devolvió un juego en blanco a su rival para deleite de la grada. En todo caso, la ruptura inicial de Federer dejó el set allanado, que acabó 6-3 para el favorito en 25 minutos.

Al menos la primera manga sirvió para que Safin afinara su mirilla. Tanto en el saque como en su juego de fondo, que comenzó a acercarse a la línea de Federer, incomodado ahora por el ruso. Todo para llegar al desempate. Sin embargo, Safin se descentró -una vez más- en el momento de la verdad y se puso 4-0 abajo en el 'tie-break'. El tercer set fue parecido a los dos primeros. Tan sólo cambió el momento del clímax, adelantándolo un par de juegos para evitar el tie-break.

El suizo no mostró fisuras en su juego, lo cual es un aviso para Rafa Nadal. Y, ante todo, una lección para aquellos que dudaron de él. Federer, diplomático, justificó esas opiniones tras su choque por la exhibición de Nadal en París y su reciente triunfo en Queen's.

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