Teoría de la conspiración

HAY FIRMES creyentes de la teoría de la conspiración, que podríamos definir como una suerte de explicación de un acontecimiento o una cadena de ellos generalmente sucedidos, aunque también podrían entrar los que todavía están por suceder, llevados a cabo por un grupo secreto muy poderoso y maltintencionado que se dedica a controlar y organizarlos desde detrás de la escena, entre bastidores, por motivos puramente egoístas. Pueden ser percibidos o reales, comúnmente de importancia política, social, económica o histórica.

Dentro de esta teoría entrarían, por poner dos ejemplos clásicos, la sociedad secreta de los Iluminati, acusada de conspirar para controlar los asuntos mundiales y planear eventos con el fin de establecer un nuevo orden mundial y buscar el aumento de su poder político; o el asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy por ser demasiado progresista para la época que le tocó vivir.

A día de hoy hay quien también ve teorías conspiratorias en la epidemia del ébola. No creen que haya sido una casualidad el importante brote que se da en África y la existencia de un medicamento capaz de controlar la enfermedad y curar al paciente, un fármaco que estaba en fase de experimentación y que no estaría listo para su uso en humanos hasta dentro de nueve años. ¿Se creó una necesidad en una zona del planeta donde poco importa el número de muertos (los hay a cientos a diario por la hambruna) para sacar adelante en tiempo récord la cura usando a seres humanos como conejillos de india?

Menos impactante, pero no menos curiosa, es la explicación que algunos quieren dar a la reciente pérdida de dos satélites puestos en órbita terrestre dentro del proyecto europeo Galileo, el que pretende ser una alternativa al GPS estadounidense. En el país del dólar llevan años intentando que no se despliegue la red Galileo, pues quieren la exclusiva del posicionamiento global. Consiguieron retrasar el proyecto una y otra vez pero no acabar con él y cuando se mandan al espacio dos satélites para esa red Galileo acaban en una órbita equivocada, por lo que pasan a ser inservibles. ¡Qué suerte para los estadounidenses!

Más de andar por casa es la teoría conspiratoria que el alcalde de Monforte, el nacionalista Severino Rodríguez Díaz, ve dentro de la corporación municipal, con dos partidos tan distantes entre sí como son PP y PSOE haciendo pinza e impidiéndole aprobar los presupuestos municipales del presente año. Pero aquí no hay organizaciones secretas, solo hay dos grupos que claramente no quieren facilitar la labor del BNG, en minoría en el pleno municipal y con once años de gobierno ya a sus espaldas. El objetivo que persiguen populares y socialistas es hacerse con la alcaldía en las elecciones de mayo del próximo año y para ello recurrirán a lo que haga falta dentro de las competencias que le dan las leyes.

Además, Severino Rodríguez no debería ver teorías conspiratorias en este asunto. Tuvo la oportunidad de aprobar los presupuestos locales, pero ni él ni su segunda, la concejala de hacienda María Xosé Vega Buján, hicieron bien los deberes y perdieron la oportunidad de echar mano de una moción de confianza, la misma que usaron el pasado año, para sacar adelante las cuentas de Monforte. Por decirlo de una manera coloquial, se les pasó el arroz.

Dejando también a un lado el retraso en la presentación de los presupuestos ante el pleno (hubo que esperara hasta junio), metieron la pata hasta el codo, por lo que no es entendible que ahora comparen al portavoz del PSOE, José Tomé, y a la del PP, Julia Rodríguez, con el perro del hortelano. Severino Rodríguez dijo sin ningún atisbo de rubor que «nin comen nin deixan comer», acusándolos de defender su ego y no el interés de los ciudadanos, pues a todo esto están en el aire las subvenciones a todos los colectivos sociales, culturales y deportivos del municipio.

Lo siento por todos ellos, pero veo muy difícil que este año vean un céntimo de euro debido a esa jugada de ajedrez que se llama enroque y en la que participan tanto el rey como las torres con el fin de impedir que el contrario tenga ventaja alguna para el jaque. No sé si se firmarán tablas o no, si habrá algún ganador en este juego de ‘y tú más que yo’, pero lo que está claro es que los grandes perdedores son las agrupaciones monfortinas que mantienen su actividad a base de un gran trabajo y a pesar de disponer de recursos económicos nimios ,por lo que dependen mucho de las ayudas de la administración local.

Y no, en Monforte no hay conspiraciones. Es política de andar por casa.

(Publicado en la edición impresa el 6 de septiembre de 2014)

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