''¿Tenía usted cistitis en 2011?''

Fernández Liñares. aep
photo_camera Fernández Liñares. aep

La jueza Pilar de Lara Cifuentes tiene una comprobada fama de interrogadora tan perspicaz como pertinaz. Y si en los interrogatorios a los principales detenidos e imputados en la operación Pokemon hace gala de una resistencia y un manejo de las pruebas dignas de asombro, es cuando estas últimas flaquean cuando se ve obligada a utilizar todo su ingenio.

Es el caso de varias comparecencias de empresarios que, o bien fueron señalados por Francisco Fernández Liñares por haberle pagado diversas cantidades o bien aparecen en las grabaciones telefónicas como parte en los amaños de contratas públicas. Interrogados como imputados días y hasta semanas después de las principales detenciones y con pruebas da cargo más débiles, todos ellos llegan bien preparados y se cierran en banda, hasta el punto de que Pilar de Lara trata de desconcertarlos con preguntas con las que quiere dejarles entrever que sabe sobre ellos más de lo que piensan.

«¿Tenía usted cistitis en abril de 2011?», le descerraja a uno de esos empresarios, del que sospecha que prestó los datos de su empresa a Manuel Santiso para amañar procedimientos negociados de la Confederación Hidrográfica del Miño. Y resulta que sí, que tenía problemas urológicos en esa fecha, problemas que recuerda con bastante más claridad que todo los demás. Era para dejarle claro que lo tenía perfectamente identificado en una conversación en la que otros dos imputados hablaban de él: «Quería comprar usted un Porsche Cayenne, tenía cistitis, se fumó un puro de 22 euros en una comida y se gasta 3.000 euros en ir a cazar a Toledo», completó después, aunque sin conseguir que el hombre reconociera participación alguna en la trama.

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